A muchas personas les llega el momento de decidir qué quieren estudiar y dónde quieren llevar a cabo estos estudios. Una vez elegido el lugar se plantea otra pregunta, ¿dónde me alojaré durante estos años?
Salvo en algunos casos, como por ejemplo si tienen familiares cercanos en la provincia donde residirán, todos los jóvenes junto con sus familias deben elegir si ir a vivir a un piso o a un colegio mayor/residencia.
El factor económico es uno de los que más influye a la hora de tomar esta decisión, pero también es importante la madurez y la capacidad resolutiva del universitario.
Muchos de los estudiantes deciden alquilar un piso, habitualmente compartido, porque supone un menor coste y encaja más con la economía familiar, sobretodo si se trata de familias con más de un hijo estudiando fuera.
Otro de los motivos por los que escogen residir en un piso es por la independencia y libertad que proporciona, no existen horarios de entrada y de salida, mientras que en muchos colegios mayores y residencias sí los hay.
Asimismo, también relacionado con el tema de los horarios están las comidas, un residente del colegio mayor tiene unas horas fijas y en el caso de no aparecer a estas horas el comedor se cierra por lo que tendrá que alimentarse por sus propios medios.
En la situación de que el estudiante quiera recibir alguna visita, la opción del piso también ofrece más ventajas; ya que, en la mayoría de las residencias tienen prohibida la entrada a personas que no vivan allí.
En el momento de elegir piso también es importante el casero que se encargue de el alquiler. Madrid, al ser una ciudad en la que se demandan tantas habitaciones en zonas como Moncloa, Sol, Nuevos Ministerios o Ciudad Universitaria un piso de tres habitaciones puede llegar a costar entre 1.000-1.500 euros al mes.
Los propietarios de los pisos deben de estar dispuestos a solucionar cualquier avería producida en las viviendas para el bienestar de los residentes. A su vez, los estudiantes deben de llevar al día los pagos previamente acordados con el arrendador.
Muchas veces los dueños de los pisos piden una suma de dinero por adelantado para poder reservar los pisos antes de que comiencen las clases. Debemos de tener en cuenta que muchos de los apartamentos son más caros porque se encarga de su alquiler una agencia inmobiliaria que suele cobrar una cantidad similar a la fianza que se le da al alquilador.
Ana Belén Bermúdez es una estudiante de Periodismo que reside en Madrid. Está en cuarto curso de carrera y durante estos años ha elegido establecerse en piso principalmente por la libertad e independencia de que le brinda esta opción. Según nos ha comentado, en los tres pisos que ha estado ha vivido experiencias fantásticas de las que se lleva verdaderas amistades.
Mateo Casal Carro y Miguel Ramos son quienes nos cuentan un poco sobre las facilidades que puede tener vivir en un colegio mayor que en un piso. Partiendo de esta manera por el tiempo que te tomas al hacer la compra, prepararte la comida, lavarte la ropa, cosas que en el colegio mayor las tienes cubiertas.
Con tres comidas al día y el servicio de lavado de ropa hace que tengas una instancia más despreocupada en ese aspecto.
Mateo y Miguel son dos chicos que antes vivieron en un colegio mayor, el Guadalupe para ser exactos, que comparado con otros colegios mayores es uno de los más económicos en cuanto a rango de colegio mayor. Las personas que suelen ir a estos colegios mayores suelen ser bastante elitistas dado que su situación económica puede ser un poco mayor a la de la media.
El caso que nos cuenta Mateo nos puede dar una idea de ello ya que en un partido de fútbol entre colegios mayores les llamaron pobres, cuando el costo al mes por estar en Guadalupe ronda los 1500 euros, que comparado con el alquiler de un piso compartido es excesivo, ya que como mucho son 350 euros al mes.
Mateo y Miguel ahora viven en un piso, y sin duda alguna nos cuenta que ambas experiencias tienen sus pros y sus contras, en el colegio mayor les llevaban a empresas, a Apple, por ejemplo, para que conozcan sus instalaciones y demás servicios. Las fiestas temáticas también son un punto o mejor dicho, una actividad muy propia de los colegios mayores, así como también las “novatadas”, juegos no tan graciosos porque sus retos suelen llegar a ser hasta ofensivos, juegos que solo les hacen a los que llegan en su primer año, eso sí, no todos participan en ellos.
De esta manera, tanto los de colegio mayor como los que viven en piso eligen esa opción para conocer gente, y su situación económica puede ser un peso muy contundente para la elección de una de esas dos opciones.