Mayo. El verano, como cada año, acecha a la vuelta de la esquina. Las temperaturas suben, los exámenes hacen acto de presencia y los que acaban la carrera en Universidades o Módulos tienen un nuevo acompañante: el Trabajo de Fin de Grado o comúnmente conocido con sus siglas, TFG.
El TFG se posiciona como un proyecto de investigación personal encauzado en una subtesis que posee entre seis y 30 ECTS, el sistema que traducido es el Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos. En 1999, en la ciudad italiana de Bolonia, se firmó el plan que lleva el nombre de la localidad transalpina. El Plan Bolonia obligó a la finalización de los grados a realizar un TFG para obtener el título del Grado.
Estos trabajos se posicionan como un supuesto estimulante para el estudiante a la hora de finalizar sus conocimientos académicos. En ellos se ponen en práctica los entendimientos adquiridos a lo largo de los años de enseñanza académica.
Este desarrollo se realiza bajo la supervisión de un tutor, elegido dentro de la modalidad del TFG. Por ejemplo, si el alumno estudia Odontología y realiza un TFG sobre Odontopediatría el tutor será un odontopediatra perteneciente al departamento de Odontopediatría. Finalmente, tras meses de investigación, el trabajo final será presentado frente a su tutor y un jurado, donde se calificará el resultado. Cabe destacar que cada Universidad, y cada facultad dentro de la misma, cada TFG varía según los estatutos consensuados.
Cómo se ha dicho en la introducción, el TFG es el gran reto de un estudiante universitario, pero ¿En que consiste un TFG? ¿Debe ser imprescindible su realización para tener la carrera? El debate está servido. Nos hemos acercado a la facultad de Ciencias de la Información para preguntar a diferentes estudiantes del grado de Periodismo para poder conocer las distintas opiniones que hay sobre el TFG. A partir de este pequeño vídeo se muestran las reflexiones y preocupaciones del alumnado por este trabajo.
Conversamos sobre la controversia del TFG con el vicedecano Ángel Luis Rubio Moraga. Se licenció en periodismo en la Universidad Complutense y está especializado en historia del periodismo español. Durante cuatro años estuvo a cargo de los TFG hasta el año pasado. Por ello, hemos realizado la entrevista con él por su amplio conocimiento y experiencia en el tema. A través de su charla, se pueden conocer las virtudes de este trabajo así como los inconvenientes.
A lo largo de todo el camino del TFG el alumno no está solo, la figura del tutor es fundamental para guiar al estudiante. A su vez un tribunal de corrección se encargará de evaluar el trabajo del alumno.
Tenemos la oportunidad de hablar con Constantino Malagón Luque, Doctor en Física y profesor universitario en las Universidades de Antonio Nebrija, Pontificia Comillas, Francisco de Vitoria entre otras. A lo largo de su trayectoria, Constan ha llevado a cabo numerosas tutorías de Trabajos de Fin de Grado. A su vez, ha tenido que ejercer de tribunal de corrección de TFGs.
No sabemos si el TFG seguirá siendo un trabajo vinculante de las carreras ante los imprevisibles cambios en los que se ven envueltos por las leyes educativas. Lo que sí sabemos es que es el presente y el final de una carrera universitaria. Con todo esto, suerte a todos aquellos que lo disfruten -o lo sufran-.