La valoración sobre la información ofrecida por la universidad como vínculo a la entrada en el mundo laboral está sufriendo una seria devaluación. El aspecto económico es uno de los principales culpables de este fenómeno. La actual crisis monetaria trae de la mano becas inexistentes y prácticas gratuitas que indignan al colectivo estudiantil, como la creación del hashtag #GratisNoTrabajo.

Las prácticas en España no se limitan a la enseñanza universitarias. De este modo, encontramos innumerables tipos de prácticas que van desde Ciclo de Grado Medio hasta la realización de cursos para desempleados, tal y como puede apreciarse en la siguiente infografía.

Tipos de prácticas

Tipos de prácticas

Centrándonos en el tema que nos ocupa, el Real Decreto 592/2014 publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) diferencia en su edición dos tipologías de prácticas universitarias dependiendo del lugar de realización y la voluntariedad del estudiante. En primer lugar encontramos las llamadas ‘prácticas curriculares’. Este modelo se enmarca en el plano didáctico como una actividad que corresponde al Plan de Estudios aportándole al sujeto un máximo de 60 créditos durante la segunda mitad del Plan de Estudios, preferentemente. La segunda. Por otro lado encontramos las ‘prácticas extracurriculares’ realizadas voluntariamente durante el curso de formación y contando con una duración inferior al 50% del curso para asegurar el correcto desarrollo académico. La principal diferencia entre ambos tipos radica en que este último no mantiene relación con el Plan de Estudios; hecho que no impide que se encuadre en el Suplemento Europeo al Título.

La realidad de las prácticas

En primer lugar, vamos con un ejemplo práctico. Observamos las ofertas de prácticas que se ofrecen desde la plataforma de prácticas con convenio con la Universidad Complutense de Madrid, es decir, desde el COIE.

COIE

Plataforma de la Universidad Complutense de Madrid que busca facilitar la búsqueda de prácticas a los estudiantes

Principalmente, destacan siete ofertas de trabajo en la que el estudiante no recibirá remuneración. Si vamos más allá y queremos saber más de la oferta, por ejemplo, en la redacción Revista Motor, nos encontramos con que la remuneración será nula. Además, las horas de trabajo serán de cinco horas cada día, es decir, 25 horas semanales. También, te exigen un nivel mínimo de Photoshop y edición de imágen.

Redacción Revista Motor

Información referente a la oferta Redacción Revista Motor, Ediciones Motor Zeta, S.A.

Si vamos a otra oferta sin remunerar, L’Showroom, un gabinete de prensa y estilismo, ofrece un puesto de becario de 20 horas semanales, y de nuevo, sin que obtengas una retribución. En estas prácticas se requieren un buen nivel de inglés, un B2, y además, es aconsejable saber edición web.

Prácticas en agencia de comunicación sector moda

Oferta de prácticas en agencia de comunicación sector moda, L’Showroom Gabinete de Prensa y Estilismo

Por otro lado, las condiciones de L’Showroom son parecidas a las de la oferta del Hospital 12 de Octubre, con la diferencia de que trabajas 25 horas semanales, y en vez de aconsejarte que sepas edición web, te exigen saber el paquete informático de Office.

 

Hospital 12 de octubre

Oferta referente a la Gestión de contenidos de comunicación del Servicio RSC, Hospital 12 de octubre

Por último, este tipo de ofertas no han pasado desapercibidas. Desde la aplicación Change.org, muchos becarios han firmado para que estas condiciones se puedan paliar y que cambie. Piden un mínimo de remuneración afirmando que los estudiantes también tienen un gasto que cubrir. Bajo el hashtag ya nombrado en la introducción #GratisNoTrabajo, tuvieron una gran repercusión en las redes sociales y en los medios de comunicación. Así pues, la APM muestra apoyo incondicional a los estudiantes a través de su presidente Victoria Prego, de manera que se han movilizado por las redes sociales. Otro ejemplo es la FAPE, su vicepresidente Aurelio Marín señala que a veces, “bajo el disfraz de las prácticas los becarios sustituyen a la plantilla”.

Así lo vive el estudiante

En el siguiente vídeo se ha grabado a estudiantes que han hecho o están haciendo prácticas. Salimos a la calle para conocer, no solo su opinión, sino su experiencia como becario. Incidimos, por supuesto en la parte salarial (existente o no) de sus prácticas.

De esta manera, podemos extraer una idea clara y concreta. Existen muchas diferencias entre unas prácticas y otras. Esto no es algo que haga mucha gracia a los estudiantes. Como sus propias declaraciones indican, varias personas que se dedican a hacer prácticas de lo mismo, tienen una remuneración completamente diferente, por no hablar de si se trata de la misma rama de estudio o no.

En definitiva, la situación económica en la que viven la gran mayoría de estos estudiantes es muy complicada, llegando en algunos casos a ser crítica, ya que han de decidir entre dichas prácticas, que pueden darte una experiencia y una próxima continuación en la empresa, o un trabajo que te reporta un sueldo de manera fija. Un sueldo, que es la gran preocupación en la mayoría de los casos de quien realiza prácticas.

Así lo gestionan las empresas

Analizamos la perspectiva empresarial de la cuestión a partir de los testimonios de jefes y empleados del departamento de recursos humanos. Las empresas que se han prestado a ello han sido elEconomista, Europa Press y Unidad Editorial. Similitudes y diferencias en sus respuestas que se traducen en conclusiones en los testimonios de jefes y empleados del departamento de recursos humanos.

La decisión de remunerar o no las prácticas es responsabilidad del departamento de recursos humanos. Sin embargo, debe contar con el beneplácito de la dirección. El papel de la universidad no es tan relevante para esta decisión; se encargan del seguro escolar y, en algunas ocasiones, sí establecen un mínimo pago.

La crisis económica financiera no ha afectado en igual medida en todos los casos. Es más, hay empresas que, en este aspecto, no ha habido variación; se ha pagado lo mismo. El deseo y pronóstico es unánime; se revertirá la situación, las prácticas sin remunerar entrarán en declive. Eso sí, todo depende de los perfiles y de la suerte que corra cada sector.

Al fin de cuentas, las empresas están concienciadas de que no pagar al becario es evitar un gasto. Sin embargo, la motivación económica es algo que pesa más en la balanza de la eficacia en el trabajo y motivo suficiente para algunas empresas afronten esos pagos.