Aula sin fronteras, como un proyecto internacional para que los estudiantes extranjeros practiquen el lenguaje español y aprendan la cultura española, comenzó en Facultad de Ciencias de la Información de UCM. Se fundó en 2015 y ya ha durado tres años. El propósito de este proyecto es ayudar a los estudiantes internacionales de otros países a mejorar su dominio del idioma español, incluidas las habilidades de comunicación y escritura hispana. Al mismo tiempo, también presentan la cultura y las características españolas a los estudiantes en el aula para ayudarlos a integrarse mejor en el nuevo entorno de aprendizaje.

 

Las clases comienzan a las 4 de la tarde todos los jueves, suele durar unas dos horas, y gradualmente atraen a más y más estudiantes internacionales a unirse al proyecto. Con respecto a la composición de la población estudiantil internacional, la mayoría de los estudiantes que participaron originalmente en el proyecto provenían de Asia. En este aula, aprenden a usar un nuevo idioma para comunicarse con los profesores y compañeros de clase, y también comparten la cultura de su propio país con otros. Para los profesores que enseñan en esta clase, este es un intento y expansión de sus proyectos de enseñanza. Y para los estudiantes que participan en este proyecto, el aula sin fronteras es una buena plataforma de aprendizaje.

Participar en el aula sin fronteras permite a los estudiantes extranjeros comunicarse mejor con los profesores locales y obtener una comprensión más profunda de la cultura. Luchar por superar las diferencias entre países. Pero también enfrenta muchos desafíos. Por encima de todo, la primera son las diferencias culturales, que requieren que los estudiantes extranjeros gasten más tiempo y energía para entender lo que ya saben los estudiantes locales o en los países de habla hispana. Segundo, es la diferencia de los modelos de educación entre los distintos países y los conflictos educativos a los que enfrentan, cómo adaptarse mejor a este tipo de educación de colisión también es un gran desafío.

Para los estudiantes de países no occidentales, no es fácil integrarse en la cultura local y aceptar algunos hábitos distintos. También las diferencias individuales entre ellos conducen a diferentes niveles de aceptación del lenguaje. “A través de aprender bien el idioma, ellos pueden hacer una mejor transición del nivel del idioma al escenario cultural”, dice la responsable del aula sin fronteras, Montserrat Jiménez San Cristóbal. Sin embargo, el problema más grande y fundamental que muchos estudiantes han demostrado en las clases del aula sin fronteras es la timidez. No se atreven a comunicarse con los estudiantes extranjeros, están nerviosos, y tienen miedo de los errores gramaticales o de que el vocabulario utilizado no es lo suficientemente preciso.

Hablamos con los profesores José Manuel Mora Fandos y José Antonio Alcoceba Hernando para ver sus visiones del aula sin fronteras y sus experiencias docentes con los alumnos extranjeros.

Según los tres profesores, no es difícil de encontrar que hay una diferencia absoluta existente en el aula sin fronteras, no solo del lenguaje de los estudiantes extranjeros, sino también de las formas de pensar debido a la formación cultural. Aclara el profesor José Manuel Mora Fandos, un profesor que ha enseñado en el aula sin fronteras, “las diferencias entre los estudiantes extranjeros y los estudiantes nativos es la dificultad de los escritos, los estudiantes extranjeros es más difícil de aprender las teorías y escribir, el sistema del idioma es la razón de las diferencias”. Conducen distintas formas de pensar.

 

También según la responsable Montserrat Jiménez San Cristóbal, que también es una profesora que ha participado el aula sin frontera muy profundamente, las diferencias en la cultura forman el tímido de los estudiantes extranjeros. Por eso, no pueden comunicarse, no saben los gustos de los españoles, no hay la oportunidad para practicar el idioma. Según las entrevistas se puede llegar a una conclusión, que las diferencias existen siempre entre los estudiantes extranjeros y los estudiantes nativos, en idioma o en cultura, pero el mejor método para eliminarlo es dejar de lado de sus inquietudes y comunicarse con los estudiantes nativos con valentía, esto también es el primer propósito del aula sin fronteras.

 

Hasta ahora, el espacio de integración ofrecido por la UCM a los estudiantes extranjeros aún es limitado. Confirma la responsable del aula sin fronteras, Montserrat Jímenez, “la universidad debería proporcionar a los estudiantes extranjeros más actividades como las actividades del aula sin fronteras para que ellos puedan integrarse mejor”. Por supuesto, los propios esfuerzos de los estudiantes son importantes por un lado. “Se sienten más cómodos, más protegidos y no discriminados” es lo que puede avanzar por la parte de la universidad.

 

Para los estudiantes extranjeros que estudian en la UCM, el idioma sigue siendo el mayor desafío al que se enfrentan, aunque las clases del aula sin fronteras les brindan la oportunidad de aprender la cultura española y integrarse en la universidad, “para ellos, quitar los miedos en las clases, expresarse audazmente, y no tener miedo de equivocarse en la vida cotidiana”, se trata del mayor desafío en cuanto al estudio fuera de su país nativo para un estudiante extranjero. También es la mayor expectativa de la profesora responsable del aula para los estudiantes internacionales en la UCM.

 

El miembro del grupo de directores del aula sin fronteras, José Manuel Mora Fandos, Profesor Ayudante Doctor, también destaca, “la sugerencia que puedo dar a los estudiantes extranjeros es animar, y que sigan animando”. Afirma que para los estudiantes extranjeros en un país extranjero experimentarán cosas y sentimientos más complicados, pero también aprenderán más poco a poco. Persistan y crean en sí mismos, ellos cosecharán en algún día.