Al acabar el Bachillerato, a muchos jóvenes les surge la duda de si deberían estudiar en la Universidad. Abandonar su casa para poder formarse y empezar una vida nueva en otra ciudad (en este caso, Madrid) y en otro hogar, es una decisión muy importante para su futuro.

Cuando un estudiante se traslada para estudiar en otra comunidad, surgen también otras cuestiones, sobre todo las relacionadas con la vivienda. La idea de vivir solo en un piso compartido suele ser el sueño de muchos jóvenes, aunque no tanto de los padres. Si tienen los recursos necesarios, prefieren que sus hijos vivan en residencias de estudiantes, donde les cuidarán y controlarán, o en casa de algún familiar que viva cerca de la universidad del joven.

La alimentación, la higiene, la adaptación a una nueva ciudad, la economía, la madurez y el sentido de la responsabilidad del futuro estudiante, son varios aspectos que se considerarán claves en la decisión definitiva que tomen sus padres respecto a su aventura universitaria.

Por ello, en el presente reportaje hemos decidido analizar los pros y los contras de las tres principales vías para que los estudiantes vivan fuera de su casa.

 

PROS CONTRAS
Vivir en piso – Mayor vida social

– Mayor libertad

– Posibilidad de compartir vivienda con amigos

– Mayor responsabilidad económica

– Alimentación

– Tareas del hogar

Vivir en residencia – Ideal para conocer gente en tu primer año fuera de casa

– Todas las necesidades están cubiertas

– Organiza viajes y eventos

– Precio muy elevado

– Distancia al Campus universitario

– Expulsión del centro por mala conducta

Vivir con un familiar – Menos responsabilidad económica

– Gran parte de las necesidades estarían cubiertas

– Mayor confianza con la persona que convives

– Menos libertad

– Mayor control

 

Como podemos comprobar, es necesario observar todas las posibilidades, hacer presupuestos, valorar la independencia del joven, etc. No obstante, quienes mejor pueden comentar los pros y contras de todas estas vías son los jóvenes que las siguen. Por ello, hemos hablado con seis estudiantes universitarios que han venido a vivir a Madrid para poder cursar sus estudios.

 

Los alquileres: Un mercado en alza

 

La mayoría de estudiantes que eligen vivir compartiendo piso en Madrid, prefieren el centro y las zonas que estén bien comunicadas con el campus universitario. El precio medio por habitación  oscila entre los 434 euros y los 487 euros.

En cuanto al ránking de comunidades autónomas, Madrid se anotó el precio del alquiler más alto en España, seguida de Cataluña, como región más cara para alquilar una vivienda (11,67/m2).

 

¿Cuál es el precio medio de las habitaciones en residencias de estudiantes?

 

Las residencias de estudiantes en Madrid están, en su mayoría, controladas por empresas privadas.

Si comparamos los precios de las residencias de estudiantes en Madrid  por zona, el coste medio de una habitación individual es aproximadamente de 857€/mes en Ciudad Universitaria, mientras que en el centro de la capital, el precio es de unos 752€/mes. Si comparamos solo el alojamiento ofrecido por los operadores privados, la media asciende considerablemente, hasta los 846 €/mes, dadas las calidades y servicios que se ofrecen este tipo de residencias.

No todos pueden pagar una estancia en Madrid

 

La manutención por parte de la familia tiene factores muy importantes en el momento de ingresar dinero al estudiante. La posición laboral de cada uno de los padres y los ingresos económicos se piden, incluso, para compartir piso.

Esta suele ser la opción más viable para cualquier estudiante y para la economía de su familia. Los altos costes de las residencias y la escasa probabilidad de tener algún familiar con el que vivir, hacen que los alquileres sean la principal vía de alojamiento.

Ya sea por los elevados precios o por las escasas posibilidades económicas de la familia, que aporta cierta cantidad de dinero al mes, el 23,4% de los estudiantes universitarios menores de treinta años tienen que buscar trabajo y compaginarlo con los estudios para seguir costeando su carrera.

Conclusiones

Podemos constatar que se cumplen la mayoría de los pros y contras analizados, de manera previa, a los testimonios de nuestros entrevistados.

Vivir compartiendo piso incrementa tu libertad, y esto es directamente proporcional al grado de responsabilidad que te exigen tus padres. La alimentación y las tareas del hogar son aspectos importantes, pero no decisivos para cambiar la opción de vivienda.

Vivir con tu familia te da mayor respiro en el aspecto económico, aunque trabajes y quieras aportar algo, como es el caso de uno de los testimonios. Las obligaciones no son las mismas, pero cabe destacar que ninguno descarta abandonar este modelo de alojamiento y compartir piso en un futuro.

En el caso de las estudiantes que vivían en residencia o Colegio Mayor, no notan mucho la diferencia económica ahora compartiendo piso, pero hay que tener en cuenta que sólo habitan ellas dos y en una zona muy céntrica de la capital. Sus familias se podían permitir la opción del Colegio Mayor, todas sus necesidades estaban cubiertas y resultó ideal para forjar amistades en su primer año en Madrid.