
Los jóvenes estudiantes de Medicina de Granada celebran San Lucas – RUIZ DE ALMODÓVAR (ABC)
Cuando llega septiembre y las universidades abren, cientos de alumnos nuevos saben que su vida se convertirá en un infierno. Los novatos tendrán que sufrir las novatadas de los veteranos que les esperan en los colegios mayores. Más de 173 personas han perdido la vida en estos rituales de 1970 a 2013 en Estados Unidos según el último estudio “NOvatadas”.
El investigador Hank Nuwer definía las novatadas como “cualquier situación que se da en un grupo en el que se considera que hay miembros que tienen poder (los antiguos) y otros miembros que no lo tienen (los recién llegados) que fuerza a estos últimos a cometer actos (normalmente degradantes) para ganarse el acceso a la organización o para ser “estimados” dentro de la misma”. A pesar de estar prohibidas en España, no hay ninguna ley que las regule. Este desamparo legal lleva a que muchos veteranos actúen con total impunidad.
Los orígenes de las novatadas se remontan a la Antigua Grecia. El primero en hablar de ellas fue el filósofo Platón, que observó la violencia con la que los veteranos de La Academia trataban a los nuevos. A través de diferentes pruebas, los novatos podrían demostrar si merecían la misma dignidad que el resto de los miembros del grupo. No fue hasta el año 530.d.C durante el Imperio Bizantino, que el emperador Justiniano realizó el primer decreto ley contra las novatadas de los estudiantes de Derecho.
En España, el Real Decreto-ley 1791/2010, 30 Diciembre 2010, Capítulo XIII, establece en su artículo 63 que las universidades deberán garantizar “las condiciones adecuadas que garanticen en su práctica docente e investigadora la presencia de los valores que pretende promover en los estudiantes: la libertad, la equidad y la solidaridad, así como el respeto y reconocimiento del valor de la diversidad asumiendo críticamente su historia.”
Sus antiguos orígenes han conseguido que los “ritos de iniciación” se instauren como una tradición en diferentes instituciones. En los colegios mayores y universidades se distinguen tres tipos de novatadas: físicas, psicológicas y sexuales. Las más comunes son las primeras como una de las más recientes, una joven que recibe un tortazo de un veterano en la Universidad Complutense de Madrid, o la más habitual, la continua ingesta de alcohol a través de embudos que deja a más de un centenar de alumnos ingresados por comas etílicos. Judit Gordo y Laura Martínez (nombre inventado) cuenta su experiencia en su colegio mayor.
En 2015, la Comunidad Laboral Universia–Trabajando.com publicó un estudio sobre las consencuencias de las novatadas en los estudiantes. Del total, un 46% de ellos confirmó haberlas sufrido y el 80% confesó no haberlas denunciado. Entre las consecuencias más llamativas, el 59% confirmó sufrir consecuencias psicológicas y el 20% decidió abandonar los estudios.
Ante los abusos cometidos, las víctimas se sienten desamparadas. Por ello, El Consejo Nacional de Colegios Mayores, uno de los órganos más firmes contra de las novatadas, realizó un manifiesto de actuación en 2013. Junto a él, las psicólogas y docentes de la Universidad de Comillas, Ana Aizpún y Ana García-Mina, redactaron la guía “Novatadas No”. La finalidad de ambos documentos es concienciar a los jóvenes, colegios mayores y universidades sobre las novatadas y ofrecer un modelo de actuación frente a ellas.
Por su parte, la Universidad Complutense de Madrid, que cuenta con 31 colegios mayores adscritos, ha iniciado el programa “No a las novatadas” con el que pretende eliminar y regular estas prácticas en sus centros. Rosa María de la Fuente Fernández es la vicerrectora.
La relación que se establece entre veteranos y novatos de cualquier sexo es de amo-esclavo. Los que aceptan participar en los “juegos” deben estar disponibles las 24 horas del día para cumplir las órdenes que les sean mandadas. Las más comunes son hacer las tareas domésticas, actuar de cenicero o hacer de mensajero entre los antiguos. Los veteranos que se nieguen a ser partícipes sufren el rechazo de los demás por lo que escapar de los novatadas acaba siendo misión imposible para ambos bandos.
De los 173 muertos en Estados Unidos que señalaba el investigador Hank Nuwer, sólo el 5% son mujeres. Los juegos de iniciación están marcados por los roles de masculinidad en los que, si el novato no pasa las pruebas, no será lo suficientemente hombre para poder pertenecer al grupo. Las mujeres suelen optar por comportamientos que exijan pruebas de menor riesgo, sin embargo, las que aceptan el rol de veteranas, utilizan rasgos comúnmente asociados a la masculinidad: el poder, la fuerza o el valor. Andrés Sánchez (nombre inventado) ha sido veterano.
Aunque los veteranos y novatos entrevistados afirman que tanto colegios mayores y universidades ignoran lo que pasa en sus establecimientos, en su manifiesto, ambas acuerdan un fuerte compromiso para erradicarlas. Uno de los colegios mayores que lo ha conseguido es el Colegio Mayor Chaminade de Madrid que las eliminó hace más de 36 años. Juan Muñoz Martín es el director general en la Fundación Universitaria G.J Chaminade.
No obstante, la lucha no es solo parte de los colegios mayores. Las universidades trabajan a su lado para acabar con las novatadas. Por ello, la Universidad Complutense, organizará un ciclo de integración en el que, además de concienciar a los estudiantes del efecto de estos “juegos”, sean conscientes del efecto que tiene su difusión en las redes sociales. Algo que está cada vez más de moda entre los jóvenes y preocupa enormemente por su carácter alentador.