El origen de las novatadas universitarias surge con la aparición de las primeras universidades de España, como la de Salamanca o la de Alcalá de Henares.
Las novatadas dividen a los estudiantes en dos grupos muy diferenciados, por un lado los veteranos, que son los que someten a las pruebas al segundo grupo, los novatos, estudiantes de nuevo ingreso, muchas de ellas denigran y humillan la dignidad de los nuevos estudiantes.
La práctica de las conocidas como novatadas ha cogido fuerza en nuestro país y el número de alumnos afectados por ellas va aumentando con el paso de los años. Durante los primeros meses de curso las novatadas son protagonistas entre los universitarios y es que, hay quien las defiende diciendo que son “una forma de integración” y quien las aborrece por su brutalidad. Algunas de las «torturas» más corrientes en los colegios mayores tanto de Madrid como en toda España.
Para doblegar la voluntad de los novatos y que estos acepten en mayor medida la que se les viene encima, el consumo de alcohol se convierte en algo obligatorio. El método del embudo se utiliza para ingerir mucha bebida en poco tiempo, lo que puede provocar una pérdida de memoria parcial que, a la larga, puede traer problemas graves problemas.

Joven bebiendo alcohol con un embudo
Convertir a los novatos en las «Cenicientas» del Colegio Mayor es otra de las novatadas más habituales. Los nuevos dan de comer a los veteranos, realizan labores de limpieza y hasta ejercen de cenicero cuando los «mayores» fuman. No solo recogen de manera sumisa la ceniza, sino que en muchas ocasiones tienen que soportar como los veteranos apagan sus cigarros sobre ellos.
Los nuevos estudiantes de los Colegios Mayores no pueden bajar la guardia ni por la noche porque, de madrugada, puede que le vayan a recoger a su habitación para someterle al frío agua de la ducha. Los más «ingeniosos» intercalan el agua fría con agua casi hirviendo. Como en un spa pero con mucha peor idea.
Poner a prueba el sentido del ridículo de los novatos es otro de los denominadores comunes de las novatadas. Cortes de pelo imposibles, incómodas depilaciones, frotarse los dientes con las escobillas de los urinarios, pasear por la vía pública con todo tipo de indumentarias, tartazos en la puerta del Sol o el famoso «paseíllo» para que los veteranos lancen sobre ellos huevos, harina y todo tipo de sustancias pringosas, son otras de las «torturas» que tienen que superar los recién llegados para ganarse la aceptación de los veteranos. Solo así podrán tener una estancia más o menos tranquila una vez hayan terminado las novatadas.

Paseillo de los novatos lanzandoles cosas
A continuación les mostramos una entrevista con Mateo Morales, un universitario veterano que actualmente es uno de los cabecillas de las novatadas en su Colegio Mayor. Él nos afirma que las novatadas son un proceso de integración para los estudiantes nuevos y que para él no tienen que extinguirse. También nos explica con detalle las novatadas más comunes en su centro y cómo las llevan a cabo.
A pesar de que este tipo de prácticas están totalmente prohibidas en la mayor parte de los Colegios Mayores, los alumnos no se atreven a denunciar por miedo a represiones por parte de sus propios compañeros. Tales han sido sus efectos que la prohibición ha llegado hasta el Senado, con una iniciativa apoyada también por las residencias y colegios para poder acabar por fin con estas macabras prácticas.
Existe una ley para regular esta práctica recogida en el Código Penal. El artículo 173.1 castiga con pena de prisión esta práctica bajo el título de ´De las torturas y otros delitos contra la integridad moral´ donde se recoge:
- “El que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años…”
Esta propuesta pide que se apoye y se atienda a las víctimas de novatadas, acentuando la importancia de que se tenga tolerancia cero con ellas. Evidentemente no se puede controlar lo que se hace en las calles, ni se puede perseguir a todo aquel que pretenda realizarlas, por ello es por lo que también en los últimos años han surgido plataformas que las condenan públicamente como “No más novatadas”.
Tras investigar un poco acerca de las plataformas antinovatadas que existen, hemos querido ponernos en contacto con un director de un colegio mayor o una residencia universitaria, ya que mejor que ellos no nos puede explicar nadie el cómo se tratan las novatadas internamente en los centros. La entrevista se la realizamos a Ramón Hernández Falcón, director de la Residencia Universitaria Galdós desde hace cinco años. Ramón nos confirma que las novatadas se siguen haciendo, pero que éstas cada vez son menos frecuentes debido a que la realización de las mismas está prohibida dentro de la residencia. De hecho quien lleve a cabo está práctica será expulsado del centro de forma directa, tal y como sucedió hace unos cuantos años.
El director de la Residencia Universitaria Galdós reitera que su prohibición ha nacido a raíz de las graves consecuencias de las novatadas. Dentro de estas consecuencias podemos distinguir dos tipos:
- Consecuencias físicas: provocadas por el desempeño de las pruebas que los veteranos les ordenan. Ejemplos: Obligar a los novatos a simular que su mano (o incluso su boca) es un cenicero, simular que son una silla y sentarse encima, obligarles a ducharse con agua fría y posteriormente salir desnudos a la calle, desperfectos físicos de todo tipo (afeitar cejas, pelo…).
- Consecuencias psicológicas: Los novatos se ven obligados a cumplir este tipo de castigos por miedo tanto a reprimenda por parte de los veteranos como al aislamiento. Muchos de los estudiantes que se niegan a participar en este tipo de prácticas son aislados en sus colegios mayores y apartados de la vida social dentro de ellos. Esto hace que por miedo a sentirse solos (al haber abandonado su lugar de origen) decidan participar en las novatadas aun incluso sin desear hacerlo.
Hemos querido que sean los propios estudiantes los que nos den su perspectiva de las novatadas y las consecuencias que éstas traen consigo. Para ello, hemos realizado varias preguntas cortas a estudiantes universitarios de Madrid.