Con el inicio del nuevo curso universitario, llegan las novatadas a las residencias y Colegios Mayores de nuestro país.

Veterano representando una novatada
Hacer el saludo tradicional del colegio con un albornoz y una papelera en la cabeza mientras los veteranos arrojan una mezcla de agua, jabón y otras sustancias, vestirse con la ropa interior por encima de los pantalones e ir cantando canciones por las habitaciones de los compañeros, ir en pijama a la sección de hogar del Corte Inglés a probar los colchones, subir y bajar las escaleras del Metro en sentido opuesto al que se mueven y beber alcohol de un embudo son algunas de las novatadas que protagonizan el comienzo del nuevo curso universitario en los Colegios Mayores, convirtiéndose en «momentos de diversión» para muchos colegiales.
Javier Frías, veterano del colegio CMU San Juan Evangelista nos recrea dos de las prácticas más habituales de los novatos en este colegio.
En muchos casos, estas novatadas caen en excesos generando situaciones de violencia y humillación a los recién ingresados, lo que ha provocado fuertes críticas a su realización y su posterior prohibición en ciertas ocasiones. A pesar de ello, en muchas residencias y colegios esta práctica sigue estando bien vista. Formas de integración o no las novatadas o también llamadas “jornadas de integración” de los Colegios Mayores siguen realizándose año tras año.
Pero también situaciones alarmantes que vetan los reglamentos de las instituciones se han hecho eco en muchos medios de comunicación en estos últimos años.
Uno de los ejemplos más dramáticos que dejó la realización de una novatada fue el fallecimiento de un estudiante como puede observarse en este artículo.

Miguel Fernández, Jefe del Centro de Estudios del San Juan Evangelista
Yo no soy colegial pero sí he oído hablar de algunas ‘burradas’ que se realizan en los colegios mayores, como arrojar ácido a la cara de los novatos, prácticas que, por supuesto, me niego a creer.
Creo que el concepto de ‘novatada’ debe entenderse como una actividad que ayude a los recién llegados a conocer al resto de jóvenes con los que convivirán durante el desarrollo de su vida universitaria, ya que estar lejos de nuestra casa y nuestra familia es duro, las novatadas deben ser un momento para hacer sentir integrado al novato, no para desear abandonar la carrera por los maltratos que sufra.
Las novatadas pueden ser positivas siempre y cuando se basen en la diversión y en conseguir que tanto los recién llegados como los veteranos pasen un buen rato juntos!
Yo he sido colegial y desde mi experiencia personal creo que son sumamente positivas. Si bien es verdad que cada Colegio Mayor es distinto, y hay algunos en los que por lo que tengo entendido se hacen auténticas barbaridades. Pero por norma general te ayudan a conocer a la gente del Colegio. Por lo general son actividades divertidas que te hacen pasar un buen rato. También es verdad que hay novatadas que no son tan divertidas como otras y que incluso pueden no gustarte, pero en cualquier caso no me han supuesto ningún trauma y son de gran ayuda para las personas introvertidas, porque te ayudan a socializarte, perder la vergüenza y hacer cosas que de otro modo no harías.
Por suerte o por desgracia nunca he tenido que experimentar lo de las novatadas. Entiendo que es una manera de integrar a los recién llegados pero, pienso, que en algunos casos puede llegar a atentar contra la dignidad y la seguridad de las personas. Sobretodo en momentos en que uno está más confuso e inseguro porque no conoce a nadie en la nueva ciudad. Sí es cierto que, como todo, debe hacerse con mesura para poder disfrutarlo.
Las novatadas son americanas, y el concepto de juego nunca puede sobrepasar un límite, y según testimonios de gente que ha residido en colegios mayores se denisgra al novato despertándole a las 5 de la mañana y dándole un baño de agua fría. Y eso de que el novato puede negarse sí, será cierto, pero es diferente decir que uno haciendo eso «no se integra» a que «se le excluya».
Creo que se puede favorecer la integración sin perjudicar a esas personas.
Nunca he estado en un colegio mayor, pero conozco a mucha gente que sí y todos coinciden en que las novatadas es una de las experiencias más divertidas y que sobre todo ayudan a relacionarse con la gente y hacer amistades que luego duran toda la vida.
Las novatadas, como otras cosas, es una práctica que hemos plagiado de esas películas estadounidenses al estilo American Pie. Es cierto que en algunas ocasiones sirven para relacionarte con los compañeros pero en otras puede acabar en un desenfreno peligroso.
Dentro de unos límites cívicos creo que las novatadas son una experiencia inolvidable que todo estudiante debe pasar. Lo malo es que se está haciendo una práctica irresponsable y hay que tomar medidas ante las actitudes ilícitas.
Eso va dependiendo mucho de qué colegio mayor sea. Desde luego en los colegios mayores que aún se siguen haciendo novatadas tan atroces y que ridiculizan al colegial, son aquellos donde la disciplina es escasa o el interés de ganar dinero es alto. Y esto del dinero lo digo porque aun obligando a novatos a hacer cosas que le ridiculizan, y este quejándose a dirección rara vez expulsarán al autor de los hechos, puesto que la incorporación de un nuevo alumno le supone una pérdida de unos miles de euros. Por suerte yo no sufrí unas novatadas tan horribles, aunque considero que tampoco son medio de integración.
Yo he pasado 2 años de mi vida en un colegio mayor y las novatadas no me has causado ningún trauma. Es más, te ayudan a relacionarte y conocer a toda la gente de la residencia y en consecuencia a conocer a los que en un futuro serán tus amigos. No digo que todas las prácticas sean correctas, ni mucho menos, y siempre hay que tener cuidado con determinadas personas, porque no todo el mundo es igual y pueden afectarles moralmente. No obstante, desde mi experiencia, las novatadas son sumamente positivas.
Las novatadas, respetando ciertos límites, pueden llegar a ser la mejor época en la vida de un universitario. El problema es la mala imagen que han ido adoptando con el paso del tiempo, ya que solamente queda retratada la parte negativa, la cual se debe a casos aislados que no respetan esos límites.
Creo que como ya ha mencionado alguna compañera, deberíamos aprender a hacer y ver las cosas desde un término medio. No creo que una novatada sea tan grave cuando se hace desde el respeto, es decir, puede ser un momento gracioso y divertido para todos. Pero como en todo, siempre acabamos pasándonos y muchas novatadas han acabado en aberraciones. Yo no he pasado por ello, pero sentirte integrado y conocer a tus compañeros teniendo que ser humillado/a y pasándolo mal no tiene mucho sentido.
Yo he sido novata y veterana durante dos años en una residencia, sufrí las novatadas y las volvería a repetir una y otra vez y jamás me arrepentiré de hacerlas porque creo que conocí a gente estupenda, tanto los que me puteaban como con los que sufría diariamente, pero esto es como todo, siempre están los míticos que utilizan las novatadas para hacer daño y obviamente ni tienen gracia ni sirven para nada. ¿El tema de llamarlo jornadas de integración? pues me parece una auténtica chorrada, ni jornadas ni integración ni nada, son putadas, putadas diarias, pero en esta vida hay que tener un poco de sentido del humor y sentido del ridículo porque sino esto sería un auténtico aburrimiento. Eso si, sin pasarse como ya digo, en mi caso siempre que hemos necesitado ayuda o hemos visto que alguien la necesitaba se le ha dado a esa persona, que somos chicos y chicas normales y corrientes que hacen el papelón de su vida, no auténticos monstruos como muchas veces se ha dicho.
Personalmente pienso que en muchas de las novatadas no hay maldad y existe una gran cooperación por parte de los alumnos de primer año. No obstante siempre hay excepciones que rompen la regla y en este caso deben ser castigadas. Cada uno es libre de participar en las novatadas asi como de rechazarlas.
En mi opinión, el tema de las novatadas siempre conlleva puntos de vista blancos o negros, cuando lo mejor es tomar un punto intermedio. Las novatadas sirven para que los nuevos universitarios se integren en su nueva ciudad y en su nuevo colegio. La mayoría de las veces son completamente positivas exceptuando las que derivan en tratos vejatorios o las que dañan la integridad de algún estudiante. No obstante, y como es lógico, en los medios de comunicación siempre salen noticias negativas de esta práctica (de lo contrario no serían noticia) por lo que las personas que nunca han vivido de cerca el verdadero sentido de las novatadas tienden a criticarlas sin pararse a pensar en lo positivo que pueden aportar.
Personalmente he tenido la oportunidad de pasar tres años de mi vida en un Colegio Mayor, y a día de hoy es la mejor decisión que he podido tomar. Las novatadas en la vida colegial son una experiencia más de la que solo se pueden sacar cosas positivas. Un Colegio Mayor es algo más que novatadas, bajo mi punto de vista solo entendible para aquellos personas que algún día formaron parte de uno de ellos.
Pienso que la virtud está en el término medio. Las novatadas tienen como objetivo la integración de los nuevos estudiantes, sin embargo, bajo ningún concepto puede permitirse que esta práctica derive en tratos vejatorios y verdaderas humillaciones.