Para los jóvenes universitarios es irrenunciable salir de fiesta, sobre todo de cara a los fines de semana. Ya da igual el día de la semana que sea, cualquiera es bueno para ir a bailar y pasártelo bien con tus amigos. Es más, cuántos más días se salga, mucho mejor. En Madrid hay decenas de locales donde poder ir, con música muy variada y gente muy diferente. Locales que te llevan a viajar a la movida madrileña o rodearte del ambiente más pijo de la capital. Locales gratis, medios o muy caros. Sin embargo, al final todos acaban yendo a los mismos sitios.
Salir, beber y pasártelo bien con tus amigos, ese es lema de cualquier joven. Ahora bien, ¿por qué si todos quieren hacer lo mismo, nos encontramos con dos zonas muy diferenciadas?
Saliendo de noche, te das cuenta de que el ambiente universitario, de colegios mayores y por lo tanto de otras ciudades, se quedan siempre en la misma zona. Un jueves o viernes por la noche, Moncloa, Ciudad Universitaria y Argüelles se llenan de jóvenes. Por otro lado, los madrileños no frecuentan mucho esas zonas. Ellos prefieren el barrio de Salamanca o la zona del Bernabéu. ¿A qué se debe esta distinción?
Pero vamos a ir un poco más lejos. ¿Entre ellos se conocen? ¿Se llevan bien los unos con los otros? Estas dos preguntas, a simple vista, parece que no tendrían por qué responderse con un “no”. Los que no son de Madrid, tachan a los madrileños de “pijos”, con un tono despectivo y al mismo tiempo, ellos son tachados de “provincianos”. Estos dos ambientes parecen no encajar muy bien.
La comodidad, la cercanía, el plan, el ambiente, el desconocimiento de otros sitios. ¿Cuáles son los motivos por los que ocurre esto? ¿Por qué no se mezclan los unos con los otros? ¿Son los de fuera más cerrados o se sienten más cómodos yendo todos juntos? O por el contrario, ¿los madrileños no permiten que nadie más entre en su círculo?
Hemos hablado con nueve jóvenes para que nos cuenten sus experiencias, cuáles son los locales que frecuentan. Y los hemos reunido en tres distintos grupos: los que viven en un piso compartido; los que residen en un colegio mayor; y aquéllos que continúan viviendo con sus padres.
Recabamos en primer lugar la opinión de tres estudiantes que viven en un piso compartido fuera de su localidad de origen. Les hemos preguntado por sus preferencias y si son conscientes de posibles diferencias con otros grupos.
A continuación centramos nuestra atención en tres jóvenes que viven en un colegio mayor. Éstas fueron sus reflexiones.
Y por último hemos querido conocer la opinión de tres estudiantes que continúan viviendo en el domicilio familiar. También ellos compartieron sus experiencias con nosotros.
Yo como madrileña y universitaria creo que no existe una distinción tan diferenciada, la noche es noche y la fiesta es fiesta. Yo me he movido bastante por la noche de Madrid y creo que cada persona tenemos nuestras preferencias y lugares favoritos por diversas causas, pero no se puede generalizar y hacer una diferencia entre dos tipos de «noches». La noche madrileña se encuentra, en mi opinión, más dividida en función del tipo de música, la edad y el ambiente que busques. A los grupos de amigos yo creo que nos da por rachas, un mes vamos mucho a un sitio, luego nos cansamos y vamos a otro. La gente de colegios mayores (que no todos los universitarios de fuera de Madrid) si que suelen decantarse más por Moncloa y Ciu, pero por proximidad, ya que es allí dónde se encuentran dichos colegios.
Como dice Andrea, la distinción no es la mejor en el titular. La fiesta es fiesta sea donde sea, con quien sea y cuando sea, sin más matices
Para mí lo más importante es con quien vas a salir, más tarde donde. En este ciudad hay tantas lugares que a veces puede ser más divertido encontrar algo nuevo que ir siempre a la misma dirección. Pienso que mucha gente hace como así, además que locales cambian nombres, estilos, porque no pueden aburrir. Eso es práctica muy conocida en este negocio. Artículo es interesante porque de verdad no sabía que existen zonas para grupos específicos… pensaba que todo depende del tipo de locales (predestinados para algunos grupos como apasionados por ejemplo en algunos tipos de música).
Yo haría un llamamiento a los universitarios para llevármelos de fiesta a los bajos de Argüelles. Estimados compañeros, hay algo más allá del pachangueo y postureo, os animo a venir a los bajos y disfrutar del mejor heavy metal.
Quiero añadir que los universitarios pierden mucho el tiempo en salir, deberían hacer cosas más productivas como leer cosas y emprender negocios 😀
Esta distinción no creo que sea del todo correcta. Los madrileños frecuentamos todos los lugares de fiesta de Madrid, apostando por la variedad. Sin embargo, la gente de fuera quizás vayan siempre al mismo sitio porque es lo único que conocen. Además muchos vienen a la capital buscando la fiesta en sí, por lo que, van a locales donde se aseguran que la música les va a gustar y que hay gente de su edad. Pero a la larga, todo el mundo acaba por probar sitios nuevos, independientemente de la zona, por lo que el adjetivo «pijos» que nos ponen a los madrileños es simplemente un estereotipo.
Se ve a la legua cuando sales a un sitio que está frecuentado por gente que está o ha estado en colegios mayores. Los relaciones públicas hacen una gran labor para atraer a todos los chicos y chicas de residencias y, ante esto, el gato madrileño puede sentirse muchas veces más que un felino, un ‘pescao’ fuera del agua.