En una universidad, el trabajo no se limita solo a la docencia, sino que también hay una serie de profesionales que trabajan para asegurarse de que todo funcione sin problemas. Desde bedeles hasta técnicos de mantenimiento, cada uno de estos profesionales desempeña un papel importante en el funcionamiento diario de una universidad.

Cada vez se prioriza más la formación de estos empleados. Un ejemplo de ello ha sido la aprobación del Plan de Formación para Empleados Públicos de 2023 presentado por la Comunidad de Madrid. Este proyecto demuestra la intencionalidad de aumentar la formación de estos trabajadores de cara al futuro, sobre todo hacia el ámbito digital. En este proyecto se incluyen más de 1,000 cursos para más de 60,000 personas que quieran acceder a ello. Esto incluye al personal de las universidades, con el propósito de mejorar la gestión administrativa y adaptarse a la nueva realidad social. 

Dentro de este personal encontramos a los bedeles. Los bedeles son uno de los miembros más visibles del personal de la universidad. Son responsables de la seguridad y el bienestar de los estudiantes, además desempeñan un papel importante en la organización de los eventos universitarios. Los bedeles también se encargan de la apertura y cierre de las instalaciones, así como de la gestión del tráfico en el campus.

Este cargo es el que desempeña María, bedel en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Su jornada laboral empieza, a veces, con la apertura de las puertas de la facultad y, otras, acaba con el cierre de ellas. Sin embargo en el transcurso de su día a día son muchas las labores que desempeña en su cargo.   

Otro empleo que se encuentra en las universidades es el personal de secretaría, que también es crucial para el correcto funcionamiento de una universidad. Estos profesionales realizan tareas administrativas importantes. Algunos ejemplos son: la gestión de registros estudiantiles, la coordinación de los horarios de los profesores y la organización de los eventos universitarios.

Además, el personal de secretaría también suele actuar como punto de contacto para los estudiantes y el personal de la universidad, proporcionando información y asistencia cuando sea necesario. Dentro de este cargo podemos encontrar diversos ámbitos a los que se puede pertenecer.

Un ejemplo, es Iván. Este profesional se ocupa de este puesto en el ámbito de apoyo a la docencia en la UCM. Su empleo consiste en tramitar y llevar a cabo toda la parte administrativa del depósito de las tesis doctorales. Esto quiere decir, que se encarga de la revisión de la realización de los trámites que deben ser elaborados para que las tesis sean enviadas de forma correcta . 

Los técnicos son responsables del mantenimiento y buen funcionamiento de las instalaciones. Estos profesionales trabajan en estrecha colaboración con otros departamentos para garantizar que los edificios y las instalaciones funcionen de manera correcta.  

Para reflejar este empleo, se han realizado dos entrevistas a técnicos de mantenimiento que trabajan en sectores muy distintos. Javier de la Guardia es técnico de medios audiovisuales mientras que Teresa es técnica en la biblioteca. Ambos trabajan en la misma facultad y aunque sus puestos pertenecen a ámbitos distintos, se encargan de prestar ayuda ante cualquier inconveniente técnico que pueda aparecer en el camino.

Además de estas tres profesiones que se han mencionado, encontramos otros cargos educativos como vicedecanos, decanos, rectores… Estos profesionales, aparte de enseñar, realizan trámites administrativos y organizativos que ayudan al buen funcionamiento de la facultad.

Un ejemplo es José Antonio Ruiz Sanz Román, vicedecano de relaciones internacionales y empleo. Su cargo consiste en organizar y llevar a cabo todas las relaciones internacionales de la facultad con otros países. Algunos ejemplos de estas relaciones son los Erasmus o la movilización de profesores procedentes del extranjero.

Cada uno de estos profesionales desempeña un papel importante en el funcionamiento de una universidad y contribuye al éxito de la institución en su conjunto. Sin ellos, la universidad no podría funcionar de manera efectiva, lo que destaca la importancia de su trabajo. Por lo tanto, es importante reconocer y valorar a estos profesionales por su dedicación y compromiso en garantizar que la universidad siga siendo un lugar de aprendizaje y crecimiento para todos los estudiantes y profesores.