El peor enemigo será la mente al determinar cómo te ves delante de un espejo. Al caer dentro de un trastorno de conducta alimentaria podrás ver en el reflejo una condena sin escapatoria. Está más cerca de lo que crees, los estereotipos fomentan los trastornos alimentarios, la ignorancia domina, la valoración humana decae e incrementan las muertes.

La falta de conocimiento y la ignorancia han impulsado la mala nutrición y las conductas nocivas. Al dejar el control bajo la obsesión por lucir de acuerdo a los estereotipos que implementa la sociedad, la ignorancia predomina. Se ciega la realidad y la mente juega con la percepción de la imagen. Un trastorno de conducta alimentaria, mejor conocido como TCA, trastornos de conducta alimentaria, se basa en una enfermedad mental, que se manifiesta a través de una mala alimentación. Estos trastornos alimenticios pueden provocar consecuencias graves a la salud e incluso desafiar la muerte. Las adolescentes tienden a ser las más afectadas debido a que siguen en un proceso de desarrollo.

Promover el bienestar psicológico es fundamental para evitar caer en estos trastornos relacionados con la salud mental. Así también, mantener una relación sana con la comida en la que las emociones no tomen control sobre ello. Dentro de la alimentación emocional, las situaciones de estrés, preocupación, enojo o ansiedad suelen incitar comportamientos alimenticios en los que se comienzan a desarrollar distintos desórdenes.

De acuerdo al libro Controversias sobre los trastornos alimentarios, “la obsesión por la pérdida de peso conduce a la malnutrición, que a su vez contribuye a los cambios físicos y emocionales del paciente y perpetúa el círculo vicioso que se sintetiza en el modelo psicosocial de los trastornos de la conducta alimentaria” (Baztarrica Jarauta, Roberto et al.) En otras palabras, el obsesionarse con la pérdida de peso puede deteriorar la salud de una persona y convertirse en un vicio que podría derivar a una de estas enfermedades.

Con esto en mente, algo que influye en estos problemas es el modelo de belleza imperante. Es decir, los estereotipos marcados por la sociedad ante lo que se representa como atractivo. La Revista de Educación para la Salud señala que: “Las representaciones mediáticas de la forma femenina claramente juegan un papel clave en las presiones sobre las mujeres para que sean delgadas. Tanto los niños como los adultos se ven afectados por las representaciones mediáticas de los pesos corporales ideales”.

Las redes sociales, junto con la publicidad, toman un papel crucial dentro del problema, ya que promueven un modelo estético debajo de lo que es considerado saludable, transmitiendo una imagen de delgadez exagerada y enfermiza. La accesibilidad a los medios y a la publicidad han afectado la salud de la sociedad de una manera irreversible, puesto que la juventud de hoy en día es ampliamente propensa a desarrollar este tipo de problemas de salud mental debido a la accesibilidad que tienen sobre los medios y por vivir constantemente expuestos a ellos.

Glora Villazón Davico, licenciada en comunicación, con un doctorado en psicología y con más de diez años como académica de la Universidad Anáhuac plática; a las estudiantes, de los trastornos de la conducta alimentaria, como la principal causa de los trastornos y de su prevención. Afirma la Licenciada que según el diccionario DSM-5, el cual clasifica y detalla los trastornos mentales y la investigación en el campo de la psiquiatría “Los TCA son trastornos mentales con un comportamiento patológico frente a la ingesta de alimentos y la percepción de la imagen corporal”.

En la entrevista se informan los diferentes conceptos que rodean los TCA. Villazón comenta que en el campo de la psicología y psiquiatría, dichos problemas de alimentación se dan por diversas causas ya que es multifactorial. El bienestar emocional y la salud mental son sumamente importantes para que no se desate un comportamiento alimenticio. Al igual, se mencionan algunos factores emocionales que influyen este comportamiento, tales como: un abuso sexual, un divorcio, cambio de residencia y bullying, entre muchos otros.

En tanto a la muerte, según Gloria, los TCA son la tercera causa de muerte después de la obesidad, el asma y por suicidio. El problema mayoritario dentro de estos trastornos alimenticios es, que una vez que entras en él, nunca podrás salir por completo, sino que solamente podrás controlarlo con las indicaciones implementadas por un especialista. Dentro de uno de los testimonios, Andrea Romero estudiante de la Universidad Anahuac comenta, “siempre existe la opción en tu mente de, voy a ir a comer ahorita muchísimo, atascarse y saciar esa ansiedad.” Dando referencia a la bulimia y como uno siempre estará predispuesto a recaer.

Por otro lado se pueden manifestar situaciones en las cuales se puede llegar a detonar la enfermedad. “Al entrar a la tienda de Victoria ‘s Secret, me empezó a dar un ataque de ansiedad; quería salirme de la tienda, porque no soporté ver las modelos en bikini y en ropa interior.” Karina se sintió atacada por ese modelo estético de cuerpo “perfecto”, lo que la llevó a sentir una insatisfacción corporal.

La responsabilidad social, ante la cuestión del aspecto físico, consta en la educación para las siguientes generaciones. A nivel personal, familiar y educativo es vital crear conciencia e impulsar la información necesaria para prevenir este tipo de desórdenes alimenticios. Elcuerposaludablevadelamanoconunaalimentaciónconsciente,enla que el cuerpo y la mente tengan una conexión para satisfacer las necesidades fisiológicas.

La ignorancia domina la percepción de los humanos, los estereotipos del cuerpo “ideal» han causado un gran impacto ante la sociedad. Los trastornos de conducta alimenticia dan comienzo a una enfermedad sin escapatoria que podría derivar a la muerte. Al informar correctamente a las nuevas generaciones a tener una sana alimentación e

impulsar el amor propio, se podrá elevar el bienestar psicológico y así contrarrestar las probabilidades de caer en un desorden alimenticio.

A continuación les dejamos los enlaces de tres entrevistas con tres especialistas como la nutricionista María Cecilia Lozano, el dietista Sebastián Robles y la socióloga Gloria Villazón Davico.