La Deep Web o Web Profunda se refiere a todo el contenido que no se puede encontrar a través de los buscadores o motores de búsqueda convencionales. Al no estar indexado directamente a ningún buscador, se pueden encontrar contenidos que van más allá de la ley en materia de servicios y noticias de carácter censurable.

La internet profunda surgió en 1994 con el nombre de Web Invisible como un lugar para reunir todo el contenido que se mantiene oculto e inaccesible para el público general. Esto responde a una necesidad de adaptarse al fácil acceso que ofrecieron los primeros buscadores, ya que hasta entonces sólo era posible conectarse a los servidores conociendo la dirección exacta con anterioridad.

El proyecto TOR nace en 2002 de la mano del laboratorio de investigación naval estadounidense con el propósito de enmascarar las direcciones IP, que son el código de identificación de un ordenador concreto. De esta manera, se creó una red de navegación segura y anónima que permite que la información de los usuarios, tanto su identidad como los contenidos consultados, sea ocultada por el navegador.

TOR puede ser más que una herramienta de un uso personal. En el ámbito periodístico, puede ser usado con el objetivo de evitar censuras, y sortear los “muros” de ciertos países con un fuerte control gubernamental como es el caso de China o Irán. TOR se puede descargar aquí.

Este uso fue tremendamente útil en los movimientos disidentes en Irán y Egipto. Otro caso en el que TOR sirvió como herramienta de libre información fue el caso de Wikileaks en 2006, portal a través del cual se difundió una gran cantidad de documentos confidenciales y entre cuyos creadores se encuentra el australiano Julian Assange.

El proyecto TOR tiene una gran relación con la Deep Web ya que esta solo es visible a través de diversos protocolos como es TOR. “Con un navegador normal y corriente no podríamos conectarnos a los servidores de la Deep Web, necesitamos algo que traduzca la dirección del servidor” asegura José Luis Vázquez Poletti, profesor en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los fundadores de DFIst, grupo de hacking ético de esta facultad.

David Pacios Izquierdo “Pascal”, presidente de la Asociación Sociocultural de Ingenierías e Informática (ASCII), escritor y conferenciante sobre la Deep Web, añade que “una página en la deep web es cualquier contenido que no puede ser indexado -registrar ordenadamente datos e informaciones- por un buscador”, y, como afirman ambos profesionales, esto nace con la necesidad de añadir un paso más en la ocultación de ciertos contenidos.

De hecho, encontramos más herramientas como TOR que permiten el acceso a la Deep Web como pueden ser el caso de Invisible Internet Project, conocida como I2P, o de Freenet. Ambos funcionan del mismo modo que TOR, pero utilizan protocolos diferentes.

Por lo tanto, TOR “a nivel de tráfico ilegal es la peor de todas porque es la más controlada ya que la que conoce todo el mundo”, alega Pacios. Muchas veces, los gobiernos se valen de nodos infiltrados dentro de la red para controlar el tráfico, aunque este problema se solventa manteniendo el software actualizado. En general, rastrear información en TOR es tan costoso que no es habitual salvo que la persona en cuestión sea tremendamente buscada.

TOR conlleva grandes ventajas que fomentan su uso y hacen que sea una herramienta positiva para aquellas personas que están interesadas en que su información, tanto en relación a su IP como a los contenidos consultados (que no tienen por qué ser necesariamente de carácter inmoral o poco ético), sea lo más anónima posible.

Entre estos beneficios encontramos el anonimato aunque TOR es el más conocido por lo que otros, como los mencionados anteriormente, son mejores para el anonimato ya que “cuanto menos lo conozca alguien más anónima es a pesar de que TOR protege bien tu seguridad como individuo”. El anonimato permite a los usuarios tanto publicar como leer y acceder a contenidos que normalmente estarían censurados o perseguidos.

El profesor Vázquez Poletti reforzó su explicación sobre la censura al hablar de un sitio web llamado viewdns.info. En esta página se puede comprobar si en algunos países es posible acceder a ciertos sitios comprobando la redirección del DNS. El DNS es un servicio que traduce las palabras que se escriben en la barra de búsqueda (como por ejemplo, “facebook.com”) en números que puedan entender los ordenadores.

Página viewdns.info para ver el dns de destino en paises con censura

La página viewdns.info

Cuando se manda buscar un sitio web en concreto, el ordenador generará un número y se dirigirá allí. Sin embargo, si existe un “muro” (llamado Firewall), este le dará una dirección nueva y errónea al ordenador, impidiendo llegar al sitio web Viewdns.info que permite comprobar si se da esta redirección en determinados países o si, por el contrario, el acceso es libre. Poletti alega sobre TOR que “en países donde se dan este tipo de cosas (redirección del DNS), o si se haciendo periodismo de investigación incluso dentro de España, quizás es una herramienta interesante”.

Las cookies de rastreo ayudan a entender la razón del anonimato que posee la Deep Web ya que las cookies son un objeto que el ordenador deja cuando visita un sitio web. Esto se puede rastrear de vuelta al ordenador y permite localizarlo, comprobar hábitos de búsqueda, e incluso elaborar perfiles.

Sin embargo, al utilizar el navegador TOR la información se pierde por el camino. “No hay cookies, no hay nada a no ser que lo hagas tú. De hecho, el navegador te da recomendaciones para que no dejes constancia”, asegura el profesor Vázquez Poletti. Hoy en día existen políticas de privacidad que regulan el uso que se hace de las cookies de rastreo, especialmente cuando se trata de fines comerciales, e incluso algunos sitios web permiten rechazar ofrecer la información de cookies a terceros.

Pacios explica que los lugares donde se puede rastrear el origen del navegador utilizado, como Youtube, Facebook o Twitter, no pueden utilizarse como lugares para la libertad de expresión. La Deep Web supone una forma de abrir el cerco virtual de la red convencional,  ya que según dice el propio Pacios: “no puedes ponerle puertas al campo”. Al existir ese anonimato la gente lo utiliza para poder expresar lo que piensa sobre determinados temas.

Como ejemplo de lo explicado, Pacios cuenta que en Cataluña cuando tuvo lugar la votación del 1 de octubre, se creó una página web que el gobierno español eliminó. Los independentistas “contraatacaron abriendo la misma página web en TOR, la cual sigue activa porque no se va a poder tirar eso prácticamente”.

Pagina censurada del Referéndum catalán del 1 de octubre

Página oficial del Referéndum catalán

La libertad es uno de los resultados de lo mencionado anteriormente, que hace que los usuarios de la Deep Web tengan una mayor libertad de expresión que los de la red convencional, pudiendo publicar contenidos censurados, ilegales o rechazados por la sociedad en general. Pacios dice que “hay gente con teorías o pruebas muy raras que si publica en un sitio irían a por ellos, entonces en lugar de ir a Gibraltar a ponerse un diario lo hacen a través de TOR. Encontramos periódicos como la Biblioteca de Babel o La Resistencia”.

Pacios asegura que si la gente expresa opiniones “horribles” en la web convencional, cualquiera puede hacer que deje de ser público: “El momento en el que alguien entra a cercar libertad de expresión contraataca y puede contraatacar bien largandose a un nodo libre donde nadie le va a censurar o mal, metiéndose en el trapo”, hecho que ocurre con las opiniones acerca de la familia real y de Cataluña, algo que está “muy extendido en la Deep Web”.

Por otra parte, Poletti alega que hay que contextualizar lo que es ético para cada sociedad: “¿Si la libertad para mi vecino es masacrarme porque no tengo la misma confesión? […] Sí que es importante acordar una serie de reglas de juego. No se puede catalogar a todo como ‘libertad de expresión’ y hay que distinguir entre las vertientes de libertad de expresión, delito y performance.”

Esto también podemos verlo aplicado al periodismo y a la censura de diversas opiniones contrarias al poder. De hecho, el proyecto TOR tuvo una gran relevancia en los movimientos disidentes de Irán y Egipto, motivo por el que en 2011 fue premiado por la Free Software Foundation.

El profesor Poletti asegura que es de gran utilidad para la profesión ya que si estamos cubriendo “lugares con determinado control gubernamental, es una herramienta que es interesante conocer y un aliado para los periodistas”.