Los huertos urbanos son ahora un fenómeno en expansión en ciudades como Madrid. Quizá la creciente sensibilización de la población hacia un mundo más limpio y ecológico, obtener productos más baratos o simplemente el hecho de entrar a formar parte de una comunidad con intereses afines, pueden ser las causas principales de estas iniciativas.
Además muchos de los integrantes de estos huertos reivindican la soberanía alimentaria, que consiste en una lucha de los pueblos para poder decidir sus propias políticas agrarias, siempre de la mano del desarrollo sostenible y de unos niveles de seguridad alimentaria así como de luchar contra el injusto dumping (es decir, vender por debajo de los costes de producción que tanto afectan a los agricultores).
Sea cual sea la causa, los huertos urbanos cada vez son más. Estos espacios, organizados en la mayoría de los casos por asociaciones de vecinos, se encuentran en los sitios más recónditos e inesperados de las ciudades; en cualquier trocito de tierra que se pueda aprovechar para cultivar tanto productos agrícolas como plantas ornamentales. También los colegios e institutos se están sumando a esta actividad y muchos están incluyendo en sus instalaciones pequeños huertos para el aprendizaje de los niños, intentando fomentar un estilo de vida más saludable.
Los huertos suelen organizarse en torno a pequeñas comunidades en la que todos toman juntos las decisiones. Cualquier persona puede formar parte de ellos, como es el caso de Rosa, vecina del barrio de Santa Eugenia que nos cuenta cómo funcionan.
Pero la esencia de los huertos urbanos va mucho más allá del hecho de obtener productos de la tierra. Desarrollan una función social de integración de la gente en los barrios, uniendo a personas de todas las edades que se sienten parte de una comunidad a la que cada uno aporta sus experiencias y unos aprenden de otros. Esta actividad hace que se favorezca la formación de tejido social en las ciudades.
En el caso de Madrid existen muchos huertos urbanos en casi todos los distritos. En la UCM, por ejemplo, está el huerto Cantarranas, formado por estudiantes, PAS, investigadores y profesores.
Muy interesante que también en la contaminadísima Madrid intentemos buscar formas más ecológicas de vivir en común.
Desde mi experiencia personal, que he tenido el placer de tener muestras de estas iniciativas a mi alrededor, no puedo más que animar a cualquiera que pueda acceder a esta alternativa. Es fantástica.
Sinceramente nunca había oído hablar de huertos en Madrid, y mucho menos de que estuviese en expansión. Quizás echo de menos un pequeño porcentaje del crecimiento de este nuevo modelo de autosuficiencia.
Sea como fuere, me parecen una gran idea e innovadora y además de sensibilizar a parte de la población, se aprende a tratar la tierra, a cultivar hortalizas y fruta y eso es un valor añadido.
No había oído hasta ahora del huerto de la UCM. Muy interesante este proyecto.
Todo lo que tenga que ver con fomentar la autosuficiencia respetando el medio ambiente es bienvenido. Desconocido e interesante mundo.
No creo que muchos conociéramos iniciativas de este tipo, y son una alternativa saludable y «de toda la vida» que en las ciudades no se suelen dar.
Esta iniciativa me parece muy interesante, sobre todo si se desarrolla en una ciudad como Madrid. Es verdad que las condiciones seguramente no serán las más apropiadas, y los resultados no lleguen a ser los mejores, pero es por eso por lo que me parece una iniciativa valiente.
Yo también hice un reportaje sobre huertos urbanos hace ya un tiempo, y ciertamente me parece que son una buena iniciativa. Sin embargo, en todo el proceso de investigación y trabajo de campo que me llevó hacerlo, me di cuenta de que la reivindicación de la soberanía alimentaria es el punto más débil de los huertos, y tampoco creo que esa sea la motivación inicial de sus creadores. Aunque a decir verdad, nadie tiene una explicación de cómo y por qué han surgido en España tantos huertos urbanos. En mi caso, intenté que sociólogos y antropólogos me diesen una explicación pero era un fenómeno todavía muy reciente como para que hubiese algún estudio al respecto. Algunos ni siquiera conocían el fenómeno.
Lo único que echo en falta en el reportaje es que tendría que diferenciar entre distintos tipos de huertos. El fenómeno es el mismo, pero no cómo se origina ni cómo se organiza. Hay, por ejemplo, huertos urbanos de asociaciones y otros gestionados por los ayuntamientos.
Habilitar y dar pie a crear espacios dedicados a la agricultura es una buena iniciativa. No solo puedes colaborar a mantener la agricultura dentr de las ciudades, si no que puede ser instructivo. La parte mala de esto es que las condiciones que da la ciudad para el desarrollo de esta actividad, puede no ser la mas adecuada (contaminación, terrenos maltratados, etc…)
Son proyectos únicos. Es verdad que existen desde hace mucho tiempo, pero muchos de ellos nacieron con el movimiento 15- M. Aunque ha sido corta, mi experiencia en uno de ellos ha sido muy positiva. Creo que es un lugar donde se conoce mucha gente y se aprende no sólo de lo directamente relacionado con el huerto.
Considero que es una gran propuesta además de muy original, pero por desgracia dudo que prospere en un futuro. Los mercados no admitirían con buenos ojos este tipo de actividades.
Este fenómeno no es nuevo, ya se conocían años atrás este tipo de prácticas pero quizás con la crisis ha aumentado
Pienso que así te aseguras una higiene de tus alimentos incluso pueden sentarte mejor al saber que tu mismo has participado en el proceso de su crecimiento.
Me parece una buena idea el desarrollo de huertos en las ciudades. No creo que todo se deba a la crisis, también es una forma de comer más sano y más rico, parece que la comida esta más buena cuando la has plantado tu misma.
Además, como resalta el reportaje, el huerto no solo es una actividad agrícola sino que fomenta las relaciones de los vecinos que colaboran en el por lo que podría ser calificado como cualquier otra relación social.
A pesar de que es una iniciativa creada en casi todos los distritos de la ciudad, no en todos es viable, debido a la contaminación, a la masificación de los edificios y a la falta de espacios verdes en los mismos y zonas en las que se pueda plantar de manera segura y sin riesgos. Sin embargo, en ciertos barrios esta idea es una muy buena manera de formar una cooperativa a partir de un bloque de vecinos, de aprender a cultivar e incluso de estrechar lazos en la comunidad.
Los productos que surgen de este tipo de huertas son mucho más caros que los que te encuentras en un supermercado normal, hoy en día la propuesta desde mi punto de vista es genial pero no es competitiva, no puede luchar en la crisis en la que estamos viviendo, ahora bien si es para la autosuficiencia es normal que se extienda en estos tiempos, aunque el comercio justo, el cultivo agro-ecológico, la seguridad alimentaria son anteriores a la crisis. Hoy en día se ha fomentado muchísimo la idea del desarrollo sostenible y lo importante que es comer sano y cuidar el medio ambiente.
Aquellos destinados a su venta, son una idea que debe extenderse porque trasmite la educación de la calidad alimenticia y del comercio justo fuera de todos aquellos productos industriales hijos muchos de ellos de la explotación. Por ejemplo marcas de chocolate explotan en las plantas de cacao a los niños y niñas del tercer mundo para que los del primer mundo puedan tomarlo y sin caer en la cuenta de todo esto. O bien, los productos transgenicos, todavía falta mucha información. El problema, sus precios no están destinados para la clase media como algo normal, son productos muy caros. Se necesita dar una vuelta de tuerca más para poder hacerlos más accesibles, lo que se puede hacer ahora mismo y mas en tiempos de crisis, es concienciar acerca de todo esto.
En mi barrio, Manoteras-Madrid, la asociación de vecinos ha puesto en marcha un huerto popular que funciona estupendamente. Cada domingo se reúnen entorno al huerto para debatir también mejoras sociales para el barrio y los vecinos.
Opino, como he leído en algunos comentarios, que esta iniciativa es debida a la crisis, y no a contribuir en el mantenimiento del planeta. De todas formas, me parece un buen método para ambas cosas: hortalizas baratas y, para colmo, ayudas al medio ambiente. Además, es un reportaje muy curioso. Me ha gustado.
Me parece como ya han comentado una buena iniciativa, pero no creo que haya salido de las conciencias de los vecinos sino más bien ha surgido debido a la crisis. A la mayoría de la gente le preocupa más bien poco avanzar hacia un mundo más ecológico, lo que realmente buscan es un menor gasto en estos momentos. Veremos a ver cuando la crisis se dé por finalizada y las familias vean mejorar su economía si este tipo de actividades se mantienen.
En mi opinión es una gran iniciativa que además sirve para que los vecinos se conozcan mejor y se preocupen más por sus barrios. Conozco un huerto urbano en Méndez Álvaro y siempre que paso por allí me pregunto cómo se organizaran los vecinos.
Además de ser una propuesta que genera productos de muy buena calidad y por un precio simbólico; también realiza la labor social de unir personas con el mismo fin.
Niños, padres y abuelos haciendo actividades juntos, es un hecho que solo podemos presenciar en iniciativas como ésta.
Enhorabuena por el vídeo y por informarnos de la cercanía de los huertos urbanos.
Estan muy bien este tipo de propuestas, pero por suerte o por desgracia nuestro sistema de mercado hace que no sea competitivo vender los productos agricolas a un precio justo y que se tenga que vender por debajo de los costes de producción como se dice en el artículo.
Además de sacar partido a un terrero que está en desuso, es
una gran iniciativa. Es una pena ir al supermercado y encontrarte con esas manzanas de aspecto tan maravilloso, rojas y brillantes… pero repletas de sustancias químicas. Quien tiene la suerte de tener un huerto o estar cerca de alguien que le ofrece productos de su propia cosecha sabrá de lo que hablo.
Comerte un tomate de huerto nunca podrá compararse con ningún otro, yo los de mis abuelos no los cambio por ninguno.
Sería una gran idea su fomento entre los estudiantes, patios
y terrazas de pisos compartidos con plantaciones de tomates o pimientos, seria muy curioso, ahorraríamos y lo más importante sabríamos lo que comemos.
Gran idea!!Son muchas las ciudades las que están incorporando huertos en sus parques o calles. Es una gran iniciativa debido a que son muchas personas, sobre todo jóvenes y niños, que no están en contacto con la naturaleza por ello este tipo de huertos hace que aprendan y valoren la faceta de horticultor u hortelano. Además, no solo se aprenden profesiones nuevas o poco conocidas si no que las personas se relacionan y se establecen lazos personales.
Los huertos urbanos son una gran iniciativa por parte de los vecinos ya que es necesario desarrollar este tipo de proyectos en especial en las grandes ciudades, donde los niños no están en contacto con la naturaleza y no saben de dónde viene un tomate o cuál es el proceso para que llegue a la mesa. También desde el punto de vista alimenticio ya que los productos ecológicos y naturales son caros, las personas que quieren seguir este tipo de alimentación necesitan propuestas alternativas a las tiendas.
Tuve la posibilidad de conocer uno de estos huertos urbanos hace algún tiempo. Concretamente un huerto del que se encargaba un grupo de vecinos del centro social seco. Quizás el nombre resulte poco familiar, pero se halla en Vallecas y es uno de los centros sociales autogestionados más veterano de madrid, con una trayectoria d 20 aňos. Tenían de todo.Además el lugar servía como centro de encuentro. Incita a la familiaridad, y te da sin duda otra perspectiva de las cosas. Recomiendo que conozcáis alguno de estos huertos, porque tras ellos encontraréis personas formidables.
Se trata de una iniciativa bastante interesante, ya que representa una actividad que cada vez se realiza menos, por lo que así se da más a conocer y resulta gratificante en las dos vertientes que nos habla el reportaje, por un lado en la interacción con más personas para la consecución de un objetivo y por otro esa formación en los centros educativos que tengan conocimiento de cara a un futuro.
Esta iniciativa, puede ser poco seguida en grandes ciudades, a pesar de su importancia.
Puede ser un fenómeno, una iniciativa simbólica, o una muestra de que estamos retrocediendo en el tiempo. Quién sabe.
Como iniciativa simbólica está bien. Sin embargo, no creo que las grandes ciudades como Madrid vayan a prosperar en esta materia ni tengan las condiciones ambientales adecuadas para mantener realmente un huerto verdaderamente útil a largo plazo.
No obstante, la intención, encomiable
Los huertos urbanos son una iniciativa muy interesante que muestran al mismo tiempo el gran contraste que existe entre la ciudad y el campo y que esa distancia no es tal como nos pensamos.
No estamos acostumbrados a ver un huerto cerca de una carretera o autopista pero somos conscientes de que esos huertos y espacios naturales, como nos declaran en el video, ayudan a desconectar del caos de la ciudad y a realizar un trabajo gratificante.
El cultivo de hortalizas y plantas transmite además de unos conocimientos muy prácticos, como puede ser la plantación, el cuidado y la recolección de frutas y hortalizas, unos valores de trabajo, esfuerzo y compromiso que ayudan al crecimiento personal.
Por ello mismo admiro estas iniciativas.
Sin duda, los huertos urbanos son un fenómeno en expansión. En muchísimas ciudades de España se están abriendo cada vez más y con diferentes finalidades, por ejemplo, la integración de grupos sociales en
peligro de exclusión en el núcleo urbano. Yo creo que está muy bien habilitar estos espacios para fomentar una actividad que todo apuntaba a su desaparición.
Es admirable la capacidad que tienen iniciativas como estas de educar y al mismo tiempo sensibilizar a las personas, sobre todo a los más pequeños.