Las obras de la línea 7B de metro Madrid se han convertido en un calvario para los vecinos de San Fernando de Henares. Problemas que van en aumento y que continúan haciendo estragos en las ya más de 400 familias afectadas. Derrumbes, grietas y todo tipo de destrozos obligan a desalojar a cientos de personas de manera incesante.
Los defectos de la línea 7B del Metro de Madrid continúan causando daños 15 años después de su inauguración. Daños a cientos de vecinos de San Fernando de Henares, un municipio de 40.000 habitantes a 20 kilómetros al este de la capital.
Una zona llena de recuerdos que se encuentra en un completo caos inundado entre amasijos de escombros. Dónde antes vivían cientos de familias, ahora solo quedan un terreno inhabitable marcado por el dolor y las lágrimas de todo el vecindario. Una tragedia que, al parecer, no tiene fin.
La zona cero es un hervidero de operarios, vestidos con mono naranja o chaleco amarillo, que se empeñan en inyectar cemento en el subsuelo. Junto a ellos, suenan de manera incesante el ruido de inmensas máquinas rojas. Una imagen dantesca con vallas por todas partes, casetas de obra, negocios con las ventanas tapadas con tablas de madera y pancartas que muestran el malestar vecinal.

Daños por promesas electorales
Era 2003, cuando la candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid, prometió algo que ni sabía si se podía llevar a cabo. La candidata del PP convocó elecciones tras el escándalo del tamayazo. Prometió llevar el metro a ciertos barrios de Madrid, cuyos vecinos lo pedían desde hacía tiempo. Entre sus promesas de ampliación si ganaba las elecciones, Esperanza Aguirre incluyó prolongar el metro Este con un nuevo tramo. Una ampliación de 6,5 kilómetros que llegaría hasta Coslada y San Fernando de Henares.
4 años más tarde, ya en 2007, Esperanza Aguirre inauguró el plan que se iba vaticinando desde hacía tiempo, las obras de la línea 7B de metro Madrid. El proyecto consistía en la ampliación de la línea 7 de metro. Esta nueva ampliación ha traído más controversias y daños que beneficios al municipio.

En un principio, el plan era sencillo: ampliar la línea 7-B de metro de San Fernando de Henares. Era una idea sin precedentes, destinada a comunicar mejor la zona. Sin embargo, las perforaciones que se estaban llevando a cabo bajo tierra provocaron hundimientos en el terreno. El afán de ampliar la línea alteraron el subsuelo. Algo que en la actualidad afecta a cientos de viviendas de la zona.
La idea que hubo en un comienzo fue modificada con el tiempo. En un primer lugar, las obras de la línea 7B de metro Madrid iban a ser un tramo recto entre las estaciones de San Fernando y Jarama. Se modificaron en una curva para poder incluir otras estaciones que se estaban construyendo: Hospital de Henares y Henares. La idea era llevar el metro a la mayor parte de la zona.
La ampliación provocó el hundimiento del terreno. Esto ocurrió debido a unas sales evolutivas que al encontrarse con grandes cantidades de agua hacen imposible que se construya sobre él. La superficie se inclina, lo que provocó el resquebrajamiento de las paredes de las viviendas que estaban asentadas encima.

Una zona cada vez más desalojada
Según los datos proporcionados por la Plataforma Afectados Metro Línea 7B San Fernando, un total de 27 viviendas han sido derribadas. A estas hay que sumarle 88 declaradas inestables y 88 familias han sido desalojadas de sus viviendas.
Víctor Yángüez es uno de los tantos afectados que ha perdido su vivienda. Su calvario empezó, en 2021, cuando tuvo que desalojar su hogar en tan solo 30 minutos. Actualmente, se encuentra en alquiler tras que el pasado mes de septiembre le dejaran de pagar el apartahotel.
En la misma situación se encuentra Juan Antonio Fuentes, uno de los primeros vecinos desalojados y presidente de la ‘Asociación de Afectados Presa Rafael Alberti’. Su situación es insostenible y junto a la Asociación lucha por conseguir poder avanzar con su vida, y ayudar a todos los vecinos sanfernandinos.
Las viviendas no han sido las únicas afectadas por la ampliación de la línea 7 de metro. La escuela infantil ‘El Tambor’, la escuela de adultos, la escuela oficial de idiomas también, se vieron afectadas provocando su cierre o traslado.
El martes 3 de enero de 2023, bomberos de la Comunidad de Madrid desalojaron a 52 vecinos por la aparición de pequeñas fisuras no estructurales que descuadraron algunas puertas. Se trataba de un edificio de cinco plantas ubicado en la plaza de la Fuente del Trébol, el número 8 y se ha procedido al desalojo de los vecinos del inmueble por prudencia.
Los desalojos y derrumbes no se quedaron ahí. Continuaron el pasado mes de marzo en el conocido ‘Complejo del Pilar’. Una zona de edificios en la que no solo eran viviendas sino que albergaban, también, importantes servicios públicos como: la Escuela Oficial de Idiomas, que tuvo que trasladarse a Coslada.

Indemnizaciones e inversiones para sanar una gran herida
Según los datos de la Consejería de la Comunidad de Madrid, se han destinado 1,4 millones de euros a las familias afectadas por los realojos. Dicho presupuesto ha estado enfocado en las mudanzas, alquileres, traslados, etc. Sin embargo, dichas indemnizaciones todavía no han ocurrido. La Comunidad de Madrid esperaba que para septiembre de 2022 estuviesen preparados unos expedientes de responsabilidad patrimonial, lo cual les otorgaba a los vecinos afectados dicha indemnización y de esta manera reanudar su vida lo antes posible. No ha sido posible y es que los expedientes no estaban listos a tiempo. Esto ha derivado a que los vecinos afectados se quedaran sin la ayuda prometida por la Comunidad de Madrid.
Algunos de los afectados fueron realojados en hoteles por la Comunidad. Estos mismos vecinos que han sido realojados en dichos hoteles han denunciado la situación mostrando en las redes sociales las malas condiciones en las que se encontraban: puertas de la ducha caídas, camas manchadas, etc. Los vecinos también denuncian que tras 12 meses de hotel, la Comunidad de Madrid dejó de pagarlo y tuvieron que irse a la calle. Algunos vecinos escogieron una vivienda de alquiler y otros tuvieron que irse a sus segundas viviendas a vivir porque no podían permitirse los alquileres en la capital debido a sus elevados precios, además de seguir pagando la hipoteca de sus casas que han sido demolidas.
Los ‘vecinos realojados’ no son los únicos afectados. La zona aledaña a los edificios derribados sufren, día a día, estragos de todo lo que está ocurriendo en la conocida ‘Zona Cero’. David Casado es uno de los vecinos que se encuentra en esta situación. Su casa muestra daños estructurales, pero desde la Comunidad de Madrid no consideran que sea afectado.
La situación llegó a tal punto que el pasado 16 de noviembre los vecinos afectados viajaron a Bruselas a denunciar su situación en el Parlamento Europeo. De dicha experiencia nació el documental ‘Vidas Rotas‘.
Los vecinos llevan ya años denunciando esta situación tan vulnerable en la que se encuentran. Solo obtienen promesas que no se cumplen por parte de la Comunidad de Madrid y actualmente se encuentran a su suerte. Algunos ya han visto cómo sus casas eran derribadas y otras llevan con grietas provocadas por la ampliación temiendo que sus hogar sean los siguientes.
La ampliación de la Línea 7B de metro de Madrid era un plan que parecía perfecto, en donde unía otra parte de Madrid. Sin embargo, ha terminado dañando más que uniendo.