El deporte nos inculca valores desde pequeños, además de ser ideal para mantener una buena salud y una buena forma física. Se practica en colegios, institutos y universidades, con una predominancia clara del fútbol en muchos países del mundo, incluido España. Aquí, en la Universidad Complutense, la cosa cambia de manera radical, ya que el deporte por excelencia es el rugby. En este reportaje hablaremos del rugby universitario, que como se especifica en la frase clave, mas que pertenecer a un deporte, se pertenece a un grupo. 

El rugby es ese deporte que no te dejan practicar de pequeño y que amas de mayor. Que te dicen que es muy violento y que con el paso del tiempo te das cuenta que es uno de los deportes que muestra mayor respeto.

El rugby nació en el siglo XIX, alrededor de 1823, en Inglaterra. Dicen que fue inventado por un estudiante que posteriormente fue clérigo, cuyo nombre era William Webb Ellis. A partir de entonces el rugby se fue popularizando en Inglaterra y en los países anglosajones de Europa.

En España este deporte comenzó a jugarse más tarde, ya que en 1934 se creó en Hannover (Alemania), la Federación Internacional de Rugby Amateur. En dicha federación se incluyó a los equipos nacionales de España, Bélgica, Italia, Holanda, Portugal o Rumanía. 

Todo ello impulsó el Rugby en España hasta el punto de que en las universidades es de los más practicados, recogiendo sus frutos en los últimos años a nivel profesional, cosechando clasificaciones a mundiales, cosa que hace años era impensable en este deporte.

EL RUGBY UNIVERSITARIO

El Rugby universitario masculino es el deporte por excelencia en nuestro país, dando igual en la región o ciudad en la que residas y facultad en la que estudies que el rugby universitario será el primer deporte en el que te intentarán captar para formar parte de la gran experiencia que supone ser un integrante más del equipo de rugby de tu facultad.

No nos tenemos que ir muy lejos para darnos cuenta de que el rugby sobrepasa al resto de deportes universitario en cualquier tipo de estadística, ya sea por la cantidad de miembros que componen el equipo, porque es el único deporte que cuenta con equipo en todas las facultades y no hay que olvidar que es el deporte más apoyado por cada facultad desde fuera es decir los aficionados y compañeros que los apoyan, puedes ir a visitar las instalaciones universitarias deportivas y fijarte en los campos de fútbol, canchas de baloncesto o pistas de tenis que donde más gente vas a encontrar será siempre en el campo más grande es decir, en el de rugby.

Siempre encontrarás a gente jugando o entrenando, pero eso no es lo más llamativo de todo, sino el mirar las gradas y ver que siempre hay gente y cuando citamos la palabra siempre es que mínimo habrá un grupo de unas 15 personas que no son pocas, en gran parte por eso el rugby universitario tanto en el masculino como en el femenino es el deporte por excelencia porque da igual que juegues o no simplemente quieres que tu facultad gane a toda costa y vas allí para animarlos y empiezas a formar parte de lo que ellos llaman familia.

Te harán sentir que eres uno o una más del club de rugby y te harán formar parte de ellos y una vez entras te enamoras y no quieres salir del ambiente que se vive, por eso todos aquellos que han ejercitado el rugby universitario en sus vidas siempre tienen palabras nobles hacia el deporte y la experiencia que han vivido gracias a él y a su ambiente.

EL RUGBY FEMENINO UNIVERSITARIO

Habrá quien piense que un deporte de contacto como es el rugby está solo destinado para el género masculino. Este estereotipo se ve en gran parte de los ámbitos donde habita este deporte, sin embargo, si hay un sitio donde esto puede cambiar es en la universidad, por ello este es uno de los sitios donde el pensamiento comentado anteriormente no es aceptado de tal manera por gran parte de los estudiantes.

De hecho, Natalia Higueras, protagonista y jugadora de rugby universitario en la facultad de Ciencias de la Información en la Complutense de Madrid, nos comentaba que ella nunca ha tenido ningún problema con respecto a una posible discriminación de género tanto por parte de la universidad o la afición en sus partidos.

Esto demuestra que, aunque es cierto que existe una tendencia en el pensamiento actual con respecto al deporte femenino negativa y descriminatoria, esto se está cambiando y uno de los órganos por los que se está empezando es la propia universidad, lo cual llevado a gran escala en algún momento afectará positivamente en el ámbito del deporte profesional y en el pensamiento por todo el mundo.

Así nos cuenta Natalia cómo esta siendo su experiencia en el rugby universitario:

EL ARBITRAJE EN EL RUGBY

El árbitro, como en todo deporte, desempeña una función muy importante. Su figura siempre está en el punto de mira y sus decisiones pueden marcar el resultado de un partido. Al tratarse de un deporte minoritario en nuestro país no recibe la misma presión social que en deportes como el fútbol o el baloncesto. De todas formas, sus decisiones no están exentas de polémicas. Los jugadores protestan y se revuelven contra las decisiones que perjudican.

A diferencia de otros deportes, el contacto es permanente. Esto marca la diferencia en el papel del árbitro. Los contactos se pitan pero también se permiten. Esto dificulta el arbitraje respecto a deportes como el vóley o el tenis (donde los contactos son inexistentes).

A pesar de estas diferencias, también existe un componente de respeto hacia el rival y la figura del árbitro que es intrínseca del rugby. Esto lo hace especial en comparación con los deportes mayoritarios. Existen las protestas y las jugadas ilegales pero no son tan continuas. Y, sobre todo, no es habitual sobrepasar ciertas líneas de conducta. Esto convierte el rugby en un deporte, ante todo, respetuoso.

Jordi Quintana, árbitro profesional de primera división, nos ha concedido una breve charla hablando de la figura del árbitro.

¿CUÁL ES EL TECHO?

Es muy difícil entrever el futuro que le depara al rugby como deporte de masas. Es evidente que como deporte universitario funciona. Tiene seguimiento y, sobre todo, mucho practicante. Pero, a su vez, es lo encasilla. La gente lo asocia a una etapa vital y a una serie de ambientes.

Actualmente no tiene ese seguimiento de masas y es muy probable que jamás la alcance. No existe ese arraigo cultural en España que nos identifique de facto con el deporte. Y, seamos claros, es muy difícil competir con el fútbol como deporte que lo aglutina todo. Tanto a la gente que es fanática como a la que ni por asomo practicaría el deporte.

Otra complicación que tiene el rugby es el componente físico. A diferencia de otros deportes, el contacto está presente desde el principio. Tanto a nivel amateur como profesional. Y esto es un gran obstáculo para todos aquellos padres que están convencidos que el contacto físico y la violencia van de la mano. Por ende, el ejercicio de márquetin que debería hacer la federación debería ir enfocado a dar a conocer los buenos valores que imperan en el rugby.

Y por último, y no menos importante, cabe decir que la tendencia actual busca un entretenimiento cada vez más corto. Con picos muy altos y donde pasen cosas constantemente. Esto ya ha provocado la aparición de nuevas ligas de fútbol y pequeños cambios en la normativa en el baloncesto. Y al final al rugby no le quedará otra que seguir al resto. Renovarse o morir.