Un nuevo día y con ello un nuevo caso de feminicidio. Los medios de comunicación se inundan de los detalles desconcertantes, sensacionalistas y amarillistas que apelan a la morbosidad del usuario digital a incursionar en la noticia. Para ello, un equipo altamente capacitado de mercadólogos tuvo que escoger entre las decenas de casos acumulados, dando cobertura a aquellos que consideran merecedores de la atención mediática en conformidad con factores previamente establecidos que garantizan un continuo tráfico digital en sus plataformas y, por ende, la rentabilidad financiera de sus posicionadas empresas. En México se vive una desigualdad y violencia hacia las mujeres cotidianamente, las mujeres viven con miedo de salir a la calle y que en cualquier momento se les arrebate la vida, su libertad.
En la noticia, se detallan las cualidades enfermizas del asesinato, de naturaleza sadista, con una narrativa espeluznante e indignante. Una vez más, los ojos de los críticos yacen en los tomadores de decisiones que, en su conjunto, se evidencian incapaces de garantizar el bienestar integral de la mujer en el país. El grupo feminista mexicano es ampliamente vocal en expresar su inconformidad con el discurso consevador populista propio de Andres Manuel López Obrador, percibiendo que el presidente no ha concedido la prioridad suficiente a las problemáticas que aquejan a la mujer. Durante su gobierno, como respuesta a los crecientes casos de violencia y feminicidio expuestos por los medios de comunicación y difundidos por la misma ciudadanía a través del nuevo espacio público de deliberación que son las redes sociales, el movimiento feminista ha buscado formas de llamar la atención del gobierno y las instituciones asociadas a el, acomplejando su relación con el Presidente

Juliana Padilla una activista y feminista comenta que para ella si lo tuviera que englobar en una frase el feminismo es “ la emancipación de la mujeres en los sistemas opresivos”. Si bien se sabe que la violencia de género y la marginación por sistemas opresivos a las mujeres es una realidad, se presentan en todos los países, el género opera en una forma de opresión en la sociedad, en cómo repartimos el poder, organizamos el Estado y a modo de comprender el Derecho.
Ahora bien, la psicóloga Valeria Ríos concede un valioso espacio para realizar una entrevista, en la cual se puede profundizar un poco en la importancia del tratamiento tanto de agresores como víctimas de violencia de género. Ríos cuenta que con la pertinente evaluación de necesidades específicas para cada individuo, se puede elaborar un plan de tratamiento personalizado para tratar a cada parte.
El movimiento y marcha del 8 de Marzo de 2020, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, ha sido la manifestación con mayor participación a favor de los derechos de la mujer y en contra de la presente y agravante violencia que compromete su integridad, en toda la historia del país. Sin embargo, tanto oficial como extraoficialmente fueron reportados y difundidos casos de violencia en contra de las protestantes. La iniciativa colectiva Un Día Sin Nosotras, huelga y paro nacional con respuesta notable fue también una demanda de acción a las autoridades, emulando una realidad en la que las mujeres fueran en su totalidad exterminadas, como resultado de la falta de intervención institucional.
A pesar de la magnitud y relevancia de dichos sucesos, Andres Manuel López Obrador se ha dignado a afirmar que las manifestaciones feministas son en realidad distracciones que sus enemigos conservadores estructuran con el propósito de desviar la atención del pueblo a temáticas que obstruyan el progreso de la lucha contra la corrupción, argumentando que las manifestantes han sido manipuladas por sus opositores, clasificándolas como infiltradas. El menosprecio, desestimación y desacreditación de la causa, sin embargo, se refleja en mayores destrozos y actos violentos en busca de un reconocimiento imposibilitado por la naturaleza populista de la gobernanza nacional, siendo este, a su vez, paternalista, patriarcal y anti-progresista.

La llegada disruptiva e histórica del nuevo partido dominante en el país conduce a la creencia y pronóstico de una posible presencia importante aún en las administraciones siguientes, por lo tanto, la coexistencia y deliberación efectiva entre la sociedad civil, sus organizaciones y movilizaciones, es indispensable para verdaderamente asegurar el ejercicio de la democracia. Para esto, será necesario que tanto el presidente como su gobierno empaticen de mejor manera ante las situaciones de extrema violencia que las mujeres enfrentan cotidianamente mientras, a su vez, las tasas de feminicidio incrementan día con día.
Las mujeres viven con terror a salir en la calle solas, viven con miedo de salir con amigos, tíos, primos y padres, están cansadas de tener que estar sobreviviendo en vez de estar viviendo, es injusto el tener que vivir tan deplorablemente a causa de los hombres, merecen justicia, ser escuchadas. Para conocer mas sobre la situación de este tema, tuvimos el honor de entrevistar a Gloria Fernández, víctima de la violencia de genero en México en los años 70s.