La facultad de Ciencias de la Información es un claro de ejemplo de «si algo es sabido por todo el mundo es que, a medida que transcurre el tiempo, todo va evolucionando». Los tiempos cambian, y con ellos las personas y su entorno. La Universidad Complutense de Madrid cuenta con casi 50 años de historia. Una historia que se ha ido construyendo, que se ha modificado poco a poco y, con ello, sus estudiantes, docentes y facultades. Estas últimas han ido creciendo y aportando múltiples opciones para todo aquel que quiera cursar su carrera en una de las universidades más prestigiosas que se encuentran en España. Dentro de todo el repertorio de facultades que han ido forjándose en el campus ubicado en Ciudad Universitaria, se encuentra Ciencias de la Información, siendo en 1971 la primera universidad que ofertaba las tres ramas básicas relacionadas con la comunicación: la Publicidad y Relaciones Públicas, la Comunicación Audiovisual y, la carrera de la comunicación por excelencia, el Periodismo.

Facultad de ciencias de la informacion

Fachada de la entrada de la facultd de CC. informacion

En plena Ciudad Universitaria, recorriendo el largo paseo que presenta la Avenida de la Complutense, se encuentra el edificio. Una construcción gris que muestra las características principales del estilo arquitectónico “brutalista”. Un bloque gigante de hormigón que se aleja de la personalidad que siguen las facultades que lo rodean (Facultad de Medicina, Facultad de Odontología, Facultad de Farmacia…) y que resulta inevitable la llamada de atención que provoca su contraste.

 

 

entrad facultad CC. Informacion

Entrada a la facultad

Una apariencia externa que poco tiene que ver con su interior, pues al cruzar sus puertas se encuentra un edificio de, al menos, cinco plantas de distintos colores desigualmente distribuidas. En cada una de ellas se encuentran decenas de aulas de diversas dimensiones y características, rodeadas por unos muros decorados con murales que representan las tres ramas de la comunicación que se cursan en el centro. Todo un llamamiento al arte y a la creatividad.

Cruzando sus enrevesados pasillos, rozando lo laberíntico (todo el que pasa por esta facultad así lo confirma), encontramos estudios de radio, platós de televisión, aulas de informática, aulas multimedia, servicio de reprografía, etc. Y llegamos hasta la cafetería. Allí se percibe el olor a café mañanero, a bocadillos recién hechos y a menú del día a 4’65€, mientras un griterío se escucha como sonido ambiente. Desde sus cristaleras se ve el otro edificio perteneciente a Ciencias de la Información. Un aulario que se construyó en 2003 por falta de espacio, para los alumnos de cuarto curso.

Las escenas que se observan dentro de la facultad son muy comunes hoy en día pero, ¿ha sido así siempre? Nos encontramos ante una generación en la que evoluciona todo muy rápido. Los sistemas educativos cambian, las relaciones entre alumnos y profesores, las formas de vida, los medios, los accesos… Es por ello por lo que hay que echar la vista atrás, para hacernos una idea de cómo ha ido afectando el paso del tiempo en Ciencias de la Información.

Hay tres sujetos base que vale la pena analizar, por un lado tendríamos al alumnado, por otro al profesorado y  por último pero no menos importante el sistema organizativo.

Mural de la facultad de Ciencias de la Informacion

Mural facultad Ciencias Información

Las generaciones cambian, con el paso de los años cada vez surgen nuevos conflictos y devenires en el día a día de las personas que entran a estudiar en grado en esta facultad, todo ello relacionado con el constante cambio al que está sometida la sociedad. En estos momentos , los jóvenes que deciden emprender su camino apostando por la comunicación en este lugar repletos de ilusión se asombran como los de antaño, de la gran edificación en la que se encuentran, y las opiniones en cuanto a la estética, van desde lo horripilante a lo fascinante que puede llegar a ser este imponente edificio principal.

Una vez dentro lo más llamativo para estos alumnos que en la actualidad llenan las clases de la facultad de ciencias de la información es la gran cantidad de aulas que se disponen en ambos edificios, la organización de éstas y a su vez la de innumerables despachos departamentales que se hallan. La dispar distribución de colores en relación a las diferentes plantas y los diferentes y grandes murales que se encuentran también son factores que llaman la atención de este joven alumnado. Remontándose a décadas pasadas, los alumnos de ese entonces recuerdan una facultad un tanto más oscura, sin tanta dedicación por la belleza en sus paredes, las cuales llegaban a representar tristeza con sus tonos agrisados.

Facultad de CC.informacion

Planta cuarta de la facultad

Lo más relevante para estos alumnos se encuentra en la pasmosa y alarmante cantidad de alumnos que se encontraban en cada clase, donde ponerse en primera fila era privilegio de unos pocos que llegaban con antelación. Sorprende a su vez que dichos alumnos cuando llegaba la época de invierno, en palabras de Angel Rubio: «se cobijaban los unos con los otros», superponiendo las mesas cerca de la del profesor para tratar de tener el menor frío posible y en las épocas de inmenso calor, trataban de alejarse lo máximo posibles de los grandes ventanales, lo que nos lleva a un conclusión , y es la gran falta  de recursos para habitar de manera cómoda y agradable en las clases.

Tercera planta de la facultad de CC. informacion

Planta tercera de la facultad

La relación de los alumnos y el profesorado, depende mucho de la personalidad de cada individuo y de las propias intenciones sociales que tengan éstos mismos. Pero lo que está claro es que con el paso del tiempo la evolución que ha sufrido esta relación es notoria cuanto menos. Por un lado está el trato tan frío y respetuoso que imperaba en décadas atrás, donde la gran mayoría de profesores, eran estrictos en exceso, no existían las revisiones o tutorías, y al final el trato se traducía en la puntuación final que ellos imponían únicamente.

 

La confianza y el acercamiento que imperan en la actualidad, refuerzan la idea de una buena dinámica y eso tanto alumnos del pasado lo ven, y los actuales lo agradecen. Pese a ello no todo es bueno ya que el trato respetuoso debe ser siempre primordial y en ocasiones por ese incremento de confianza se pierde por completo y se dan situaciones que no tienen cabida en una institución como lo es una universidad.

Por último tuvimos la oportunidad de conocer la visión de Ángel Rubio y Cristóbal Fernández como vicedecanos de la facultad de Ciencias de la Información. Desde la organización se está trabajando en el futuro de la universidad más prestigiosa y pionera en el mundo de la comunicación, y se sigue luchando para que la Complutense no pierda este papel, aunque es cierto que la competencia cada vez es mayor y de más calidad.

Una de las medidas más importantes y relevantes que se tiene en mente es la de mejorar los planes de estudio, que se han quedado obsoletos, y que buscan dar un toque más práctico para facilitar el acercamiento al mundo laboral. Además de rejuvenecer el profesorado y la creación de nuevos grados y másteres.

En conclusión, los cambios no son fáciles para la sociedad, cuesta adaptarse a ellos y en ocasiones generan incluso rechazo. Pero una sociedad que cambia, es una sociedad que avanza y evoluciona, y la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid no quiere quedarse atrás.