Sin importar el aspecto de la vida del que se tratase, la mujer ha tenido históricamente más dificultades que el hombre, viéndose obligada a dar pasos de gigante para poder incluirse en actividades tan cotidianas como el trabajo. Es por ello que las mujeres emprendedoras siempre se han visto obligadas realizar un sobreesfuerzo para revertir esta situación.
El mundo empresarial ha destacado siempre por estar lleno, tanto de oportunidades, como de trabas. Un emprendedor sufre y disfruta ambas caras de la moneda. En un campo repleto de incertidumbre deberá guiarse a sí mismo hacia el éxito o, por lo menos, la subsistencia de su negocio.
No existe una fórmula mágica que asegure el desarrollo de un proyecto empresarial desde su nacimiento, pero sí algunas reglas básicas. Reid Hoffman, inversor ángel y cofundador de Linkedin y Fast Company, realizó un decálogo indicando las suyas, entre las que destacan:
- Crear un cambio brusco.
- Construir una red para ampliar la empresa.
- Planear contando tener buena y mala suerte.
- Una buena idea es importante, pero la distribución lo es más.
- Estas normas no son reglas de la naturaleza.
Una brecha por coser
Conociendo estos tips de la mano de un experto, ¿qué impide a una mujer emprender un negocio de igual o mejor manera que cualquier hombre? ¿Se trata solo de un problema de género?
Dolores Rodríguez, especializada en Organización y Gestión de Empresas de Comunicación y exploradora para el desarrollo del Ecosistema Emprendedor UCM, aporta su opinión: “Desafortunadamente, cuando se empiezan a abrir las distancias es cuando las ideas arrancan y en los puestos de responsabilidad vemos que se van cayendo las mujeres”. Desde su posición, como tantos otros, busca dar respuesta a la brecha de género en el emprendimiento.
Emprendedoras: la historia de una evolución
No son pocos los casos de mujeres emprendedoras que se abrieron paso en el panorama laboral. La reseñable administración de loterías “Doña Manolita”, fue fundada por Manuela de Pablo junto a sus tres hermanas. Inés Rosales empezó en 1910 a hacer tortas de aceite en su hogar y hoy en día se siguen comercializando.
Al igual que los campos de negocio, las figuras emprendedoras femeninas han evolucionado. En la actualidad, el emprendimiento viene definido por otros nombres. Pilar Manchón es pionera en el sector tecnológico de la Inteligencia Artificial (IA). Tras mostrarse al mundo lanzando Indisys, predecesor de softwares como Alexa o Siri, esta influyente sevillana dirige desde Silicon Valley la estrategia de investigación en IA de Google. “Una idea, una experiencia de estar rodeada de otros emprendedores y una creencia fuerte de “¿Por qué no yo?”, así cuenta Pilar Manchón sus primeras sensaciones que, más tarde, le llevarían a un futuro brillante.
Pese a su éxito profesional, el camino recorrido no ha sido fácil para ella: “El hecho de ser mujer ha afectado mi carrera en todos sus aspectos, tanto como estudiante, como investigadora y como emprendedora”. Un caso más en el que el género supone un obstáculo para las mujeres.
Otro punto de vista
Desde otra perspectiva, Nadia Bove prefiere no realizar comparativas entre hombres y mujeres, ya que no lo considera necesario para alabar el trabajo que las emprendedoras han desarrollado en los últimos tiempos.
Nadia comenzó como fotógrafa independiente con la idea de emprender: “Mis papás, al ser ellos emprendedores desde muy jóvenes, me enseñaron lo que era emprender, fracasar e intentarlo de nuevo”.
Tras mucho esfuerzo, crea en 2021 MIUS GROUP, un Estudio Creativo Digital con el que pretende potenciar y expandir los servicios de marketing que ofrece. Así explica su gestación: “Hablando de MIUS, he tenido que dar muchísimos pasos: planificar la idea, organizar, diseñar, colaborar, conocer personas…”.
No destaca referentes femeninos en el mundo creativo, sino que señala: “Tengo mujeres muy fuertes en el ámbito tecnológico, finanzas, ventas; de todo tipo”. Su inspiración son todas las mujeres de su día a día, sean o no emprendedoras.
El emprendimiento como salida
Desde otro sector profesional, la expiragüista olímpica Beatriz Manchón cuenta con importantes galardones; entre ellos, 6 diplomas olímpicos, 3 campeonatos del mundo y 6 de Europa. Posteriormente a su retirada en 2013, Beatriz se dedicó al asesoramiento en nutrición deportiva.
Su última aventura comenzó en septiembre de 2022, cuando decidió emprender el Centro de Asesoramiento y Valoración Deportiva Nutrimaxper. Cuando comenta su decisión, explica: “Me daba la independencia que necesitaba y de la que nunca había gozado como nutricionista. Preferí crear una empresa a mi gusto con personas de confianza”. Era consciente de que su futuro profesional pasaba por emprender.
Pese a sus esfuerzos, en ocasiones se le asume un papel secundario en este logro: “La empresa la creé yo y soy quien mueve todo, pero al estar casada con el médico del centro todos dan por sentado que él es el director”.

Trabajo por hacer
Como señala la miembro de Compluemprende, Dolores Rodríguez: “En el mundo del emprendimiento se ven reflejados todos los problemas que tenemos en la sociedad”. Ejemplos como los de Pilar, Nadia y Beatriz son la excepción a la norma. Según José Bayón, CEO de ENISA (Empresa Nacional de Innovación S.A.): “Hay que poner de manifiesto que hay un 50% menos de iniciativas de medio y alto valor tecnológico lideradas por mujeres que por hombres”.
Es evidente que aún queda un futuro femenino por emprender.