Muchas son las personas que por ciertos motivos no gozan de una vivienda. En nuestro día a día es común encontrarnos con personas durmiendo entre cartones, en portales de edificios o en bancos en plena calle. A estas personas las conocemos como “personas sin hogar” o “personas sintecho”. La dura vida de estos sujetos supone un gran problema dentro de la sociedad avanzada en la que vivimos. Según datos de ACNUR, son más de 100 millones las personas sin hogar en todo el mundo. Por desgracia, con los el paso de los años ha habido un crecimiento del sinhogarismo exponencial.
En España, al igual que en todo el mundo, existe este fenómeno social. Desde el año 2012 al año 2022 el número de personas sintecho ha crecido un 24,5%, hasta llegar a un total de 28.552 personas. Según los datos presentados por el INE en 2022, un 28,8% de esas personas quedaron sin posibilidad de acceder a una vivienda debido a la necesidad de emigrar y comenzar de cero en nuestro país. Por otro lado, el 26,8% perdió su vivienda debido a la pérdida de su puesto de trabajo.
La mayor parte de las personas sin hogar son hombres (76,7%), aunque cabe destacar que el porcentaje de mujeres sin hogar ha aumentado (23,3%) respecto al año 2012 (19,7%). Con relación al porcentaje de personas sintecho según la nacionalidad, el 50,1% posee nacionalidad española frente a un 49,9% que son extranjeros.
Cuando pensamos en una persona sintecho, a todos se nos viene a la cabeza un individuo que ya ha superado los 40 años. Los últimos datos recogidos por el INE nos dicen que estos estereotipos ya no son del todo ciertos. Cada vez son más los jóvenes que se encuentran en situaciones precarias y sin poder acceder a una vivienda. Muchos de estos jóvenes son inmigrantes que han venido a nuestro país en búsqueda de un mejor futuro que no han podido encontrar. De hecho, un 68% de los extranjeros sin hogar tiene menos de 45 años.
La situación en la que se encuentran las personas sin hogar es preocupante. Además de sufrir exclusión social, rechazo, malos tratos o incluso agresiones, muchas de estas personas ven como la opción de recuperar su vida o empezar una nueva es complicado. La dificultad para encontrar trabajo supone que aún sea más difícil pagar un alquiler de un lugar en el que poder alojarse.
En la Comunidad de Madrid existen centros de acogida que proporcionan ayuda a estas personas. Cuentan con servicios de comedor y alojamiento para que los sintecho puedan abandonar la dureza de la calle.
Además de centros de acogida, en Madrid existen programas encargados de auxiliar a todas aquellas personas que por unos motivos u otros se han visto obligados a vivir en la intemperie. Hogar Sí es uno de estos programas. Se encargan de proporcionar un alojamiento temporal a las personas sintecho mediante viviendas compartidas, además de contar con apoyo profesional. Con ello se pretende que estas personas empiecen a cambiar sus vidas y consigan integrarse en la sociedad y en el mundo laboral.
No second night es otro de estos programas. Consiste en una iniciativa fundada en Londres, este programa trata de ayudar a las mujeres que sufren exclusión residencial. Lo que pretende No second night es que las mujeres no pasen ni un solo día viviendo en la calle. Al pernoctar en la vía muchas de las mujeres sintecho ven peligrar su integridad física. Por ello, No second night es un servicio de actuación temprana ya que quiere evitar que las mujeres queden sin hogar. También ofrecen servicios de apoyo y acompañamiento social para mejorar la situación de estas mujeres. Su objetivo es que las mujeres gocen de nuevas oportunidades y mejoren su calidad de vida en el menor tiempo posible.
En la región madrileña también encontramos asociaciones que mediante sus inversiones pretenden ayudar a la comunidad de personas sin hogar. La Sociedad Anónima ASOCIMI, es una de ellas. Este fondo inmobiliario ha ampliado su capital para comprar viviendas destinadas a la ayuda de los diferentes colectivos como las personas sintecho, los jóvenes tutelados, los migrantes o los solicitantes de asilo, entre otros. Su objetivo es facilitar más de 200 hogares a los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad. Con el apoyo de otras asociaciones y algunas ONG pretenden dar ayuda para mejorar la situación social y laboral de todas estas personas.
Detectar las situaciones de riesgo antes de llegar al sinhogarismo es fundamental. Por ello, Pepe Aniorte (delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social) presentó la Estrategia Dignitas el pasado 30 de noviembre de 2022. Esta nueva estrategia pretende que las personas no lleguen al límite de quedarse sin hogar mediante la existencia de equipos especializados capaces de atender a cada una de las personas que se encuentren en una situación precaria. Otra de las principales ideas del proyecto es mejorar la autonomía de las personas sin hogar mediante planes de formación y empleo. Sociólogos expertos en el tema como Vicente Castellanos nos explican la gravedad del asunto y los diferentes factores que influyen en él.
Evitar que las personas duerman en la calle es uno de los puntos de inflexión de todas las organizaciones y es que el objetivo de todos estos proyectos es que las personas sintecho puedan pasar a una mejor vida. Una vida que por unos u otros factores los ha llevado a situaciones indescriptibles, pero con ayuda nunca es tarde para recuperarla.

