Desde marzo de 2020 la vida de los españoles ha sufrido una gran revolución. La pandemia impactó de lleno en el entorno laboral de todas (o casi todas) las personas. Una transformación digital acelerada que no ha dejado ileso a ningún sector productivo. El teletrabajo se instaló en nuestro día a día de forma inesperada, pero, ¿lo ha hecho para siempre?

Teletrabajo

Un estudio de la Agencia de Datos EpData realizado en marzo de 2022, muestra la evolución del teletrabajo en España en forma de gráficos. Este revela que el porcentaje de trabajadores que ejercen su ocupación más de la mitad de los días desde su domicilio, pasó del 4,8% al 10,8% tras la irrupción de la pandemia en nuestro país. En 2021 descendió hasta situarse en el 9,5%, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE).  A la vista está que aunque en España el Covid ya no es una prioridad, el teletrabajo sí lo es a pesar de que esta modalidad laboral ya existía. Ahora está más presente que nunca en nuestros oficios. Las empresas han visto en ella una nueva oportunidad laboral para aumentar sus beneficios con un bajo coste. 

Una nueva opción de trabajo

Son muchas las personas que se enfrentan al mundo laboral desde la distancia sin importar si son jóvenes o adultos. Para las empresas, el teletrabajo es una opción igual de válida que la presencial para desarrollar sus funciones. La Comunidad de Madrid se sitúa por encima de la media nacional de trabajadores en línea con 28% seguida de Cataluña con un 25,1 %, País Vasco (24,5%), Navarra (23%) y Asturias (22,4%), según los datos del estudio EpData. Sin duda alguna, los teletrabajadores se han tenido que adaptar a esta modalidad laboral y, por consiguiente, acondicionar un espacio adecuado para desarrollar con éxito las tareas previstas.

Esta forma de trabajar tiene sus ventajas, pero también hay que tener en cuenta sus inconvenientes. Entre sus ventajas podemos destacar el ahorro económico de no usar el transporte o el aumento de tiempo que el trabajador tiene a su disposición. Pero no todo iba a ser bueno, porque teletrabajar supone un aumento de la factura de la luz y no desarrolla capacidades comunicativas con sus compañeros de trabajo.

Para conocer con exactitud lo que supone el teletrabajo, nos hemos puesto en contacto con varios teletrabajadores. Ellos son el claro ejemplo de cómo las condiciones de trabajo varían dentro de distintas modalidades laborales. En muchas ocasiones la empresa aporta el equipo técnico. En otras, es el empleado quien trabaja con el material que tiene a su disposición de forma autónoma. También varía el espacio del que se dispone, pues no todo el mundo puede tener un despacho en su residencia que separe la vida personal de la laboral.

En cambio, sí que coinciden en las consecuencias que tienen para ellos esta modalidad. Se reduce prácticamente al mínimo la interacción con los compañeros y los jefes y por tanto, el nivel de socialización. Sin embargo, es cierto que disponen de mayor libertad de movimiento para trabajar desde distintos lugares. En cuanto a esto, el modelo mixto es la opción más cómoda, según la opinión de las entrevistadas quienes también afirman que el teletrabajo ha supuesto un cambio en la rutina de muchas personas.

El departamento de recursos humanos se encarga de planificar y adaptar medidas para solventar los contratiempos del momento y alcanzar el máximo rendimiento. Mónica Sánchez Guerrero, experta en recursos humanos de Telefónica, nos cuenta la importancia es esta modalidad laboral y cómo ha marcado un antes y un después en el trabajo. 

El teletrabajo ha sido una de las medidas adoptadas durante la crisis sanitaria y se ha alargado hasta este momento. Aunque causaba incertidumbre, se ha convertido en tendencia y es cada vez más implementado. Pero, ¿qué supone para la sociedad española esta forma de trabajo? Clara Espinosa Acevedo, socióloga y cofundadora de MUUN, expone su punto de vista e indica de qué forma puede perpetuar en los roles de género.

¿Qué pasará con el teletrabajo en el futuro?

Algunos elementos como la subida de los tipos de interés y la inflación han modificado por completo las previsiones económicas de las grandes empresas. En el caso de algunas empresas como Amazon, su respuesta ha sido despedir a trabajadores y aumentar la presencialidad en el trabajo. Dejando al margen los estudios que afirman que el teletrabajo es una modalidad que contribuye a aumentar los ingresos de las compañías y del mismo modo, la calidad de vida de los empleados. Sin embargo, aunque el número de teletrabajadores continúa descendiendo, parece poco probable que esta modalidad se vaya a eliminar por completo. Es aquí donde tendrán cabida los intereses de los trabajadores bien formados (en cuanto a la conciliación de su vida privada y profesional) y la atracción de talentos por parte de las empresas.

Esta alternativa, implantada firmemente a raíz de la pandemia en muchas empresas, supone una modalidad de trabajo beneficiosa para todo el equipo en determinados aspectos. Desde su inicio hasta el día de hoy ha mejorado notablemente, obteniendo cada vez mejores resultados. Aunque siga la presencialidad en determinadas ocasiones, una empresa puede sobrevivir sin empleados en las oficinas así como nos han afirmado firmemente las personas entrevistadas.