
Reportaje sobre la subida de las tasas universitarias con motivo de la crisis económica en España que analiza cómo han influido en los estudiantes y en las propias universidades.
Desde que las comunidades autónomas adquirieron competencias para controlar los precios públicos universitarios, la subida de tasas se ha convertido en una realidad, aumentando de forma casi constante. Lo que ha hecho que este tema se haya convertido en una de las principales preocupaciones tanto de los universitarios, como de sus familias. Esto, sumado a la crisis económica y los recortes en educación, ha dado como resultado un descenso en el número de estudiantes en las universidades públicas en España. En el año 2011 hubo 1.282.794 alumnos matriculados en todas las universidades públicas de España, mientras que en 2013 descendieron a los 1.239.361, lo que supone 43.4 33 alumnos menos. Estos datos contrastan con los de las universidades privadas, que pasaron de 173.989 alumnos en 2011 a 173.312 en 2013.
Esto es debido a que las tasas universitarias han sufrido un duro golpe principalmente desde el inicio de la crisis. Pero no todas las comunidades autónomas han actuado de la misma forma ni en el mismo momento. Un reflejo de esta subida es la Universidad de Oviedo. Durante el año académico 2009-10, Asturias fue la comunidad autónoma que más incrementó las tasas para cursar estudios universitarios. Lo que dejó el crédito en 19,89 euros.

Logo de la Universidad de Oviedo.
En 2011, esta universidad decidió congelar sus tasas por lo que pasó a ser la sexta región en la que los alumnos pagaban más en relación al coste de su carrera, con el 21,66%, frente a una media nacional del 19,88%. Galicia, Extremadura y La Rioja son las otras comunidades que, junto con Asturias, decidieron congelar ese mismo curso las tasas de primera matrícula. Actualmente, la Universidad de Oviedo lleva congelando las tasas durante tres cursos consecutivos y cuenta con un presupuesto de “cuarenta millones de euros menos que hace cinco años”, según el rector de la Universidad, Vicente Gotor. Cristina Valledor, estudiante de fisioterapia en la Universidad de Oviedo valora la congelación de las tasas en los últimos años.
Otro ejemplo de congelación de tasas son las universidades de la Comunidad Valenciana, que mantienen el precio del curso 2013-14 al 2014-15. Hecho novedoso ya que desde el curso 2006-07 (últimos datos a los que hemos tenido acceso), las tasas no han dejado de incrementarse. Así bien, en julio de 2006 el consejo valenciano de universidades pactaba una subida del 4% en el precio de los créditos para el curso 2006-07.De este modo entre 2008 y 11 las tasas aumentaron un 27 %. Pero fue en el año 2012-13 cuando la Comunidad Valenciana sufrió la mayor subida, el Consejo Valenciano de Universidades y de Formación Superior aprobó un aumento del 33% en el precio de los créditos en primera matrícula. El precio medio del crédito en este curso fue de 20,19 euros.

Logo de la Universidad Politécnica de Valencia.
En el 2013-14 y tras la gran subida del curso anterior las tasas de los grados se encarecieron un 1% El precio medio del crédito en la Comunidad Valenciana para este curso fue de 20,39 el cual se sigue manteniendo como mencionábamos anteriormente. Alberto Sánchez estudiante de Grado en Arquitectura en la Universidad Politécnica de Valencia nos da su punto de vista acerca de la subida de tasas.
Pero no todas las universidades de España han subido el precio de sus tasas académicas. Un ejemplo dentro de la comunidad andaluza es la Universidad de Sevilla. En el contexto de la crisis económica, en el año 2012, cuando más se estaba notando la subida de tasas en el resto de España, la Universidad de Sevilla tomó la decisión de aplicar en todos los casos el porcentaje mínimo previsto en las horquillas fijadas por el Ministerio de Educación. Así, el precio por crédito sería de 12,49 euros para todos los grados, por lo que se mantuvo el precio con respecto a cursos anteriores.

Logo de la Universidad de Sevilla
Los estudiantes de la Universidad de Sevilla, decidieron llevar a cabo un paro de toda actividad académica de 15 días en mayo de 2012, ante la alerta de subida de tasas prevista para el siguiente curso, al igual que estaba sucediendo en el resto de universidades españolas. Como consecuencia de esta iniciativa, la Junta de Andalucía mantuvo el importe de las tasas. No obstante, el precio del crédito ha subido este curso 2014-15 de manera insignificante, pasando a costar 12,62 euros. Miguel Jaraba y Manuel Rodríguez estudiantes de Ingeniería de la Energía en la Universidad de Sevilla expresan su opinión sobre la situación que vive su universidad.
En lo que concierne a la Comunidad de Madrid el coste del crédito universitario se ha incrementado más de un 65% en los dos últimos años. Una subida que no es novedosa, pues el precio de las matrículas no ha dejado de subir desde años atrás, en el curso 2008-09 el incremento fue de un 5,5%; en 2009-10 un 1,4% más; para el curso 2010-11 la subida fue del 4%; y un 5% en el siguiente. Dentro de esta comunidad, la universidad pública con el precio más elevado en estudios universitarios es la Rey Juan Carlos, seguida de la Politécnica, la Autónoma y la Complutense; con un precio medio de 1590, 1550, 1350 y 1250 euros respectivamente. Así, el importe medio de estudiar en una universidad pública de Madrid es de 1320 euros, frente a los 1140 de 2012.
Desde el inicio de los recortes las protestas para frenarlos no han cesado en todas la comunidades autónomas. Por todo ello, las universidades públicas españolas son más caras hoy que hace unos años. Aunque esta subida de precios no ha repercutido en una mejora en las infraestructuras o el profesorado, si no en todo lo contrario, aulas masificadas, profesores desbordados e instalaciones muy mejorables en la mayoría de los casos. Lo que sí ha propiciado está subida ha sido una disminución en el número de estudiantes y un aumento del abandono. Además, las familias están expuestas a una mayor presión para poder hacer frente al gasto académico que estas subidas de tasas suponen.
Es un error que cada comunidad autónoma juegue con las tasas de las carreras universitarias que se imparten en su territorio. Las diferencias entre estudiar una carrera en una universidad u otra son insalvables para mucha gente ya que por ejemplo estudiar en Madrid cuesta 1.500 euros y en Galicia algunos títulos no superan los 1.000 euros por año. Los estudiantes se ven condicionados a asumir precios que las becas ya casi ni cubren.
estoy totalmente en contra de subir las tasas porque dificulta la entrada a muchos alumnos. Además, la calidad de la enseñanza es pésima comparado con la cantidad de dinero que nos cobran.
Un tema sobre el que escuchamos hablar mucho pero respecto al cual no se hasce nada, me parece interesante la comparativa con otras universidades de España.
La subida de tasas, en todo caso estaría justificada, si todo el personal que participa en la educación (profesores, alumnos, instalaciones) mejoran sus condiciones. Pero es todo lo contrario: menos personal docente, más alumnos por clases con menos recursos, instalaciones cada vez más precarias,como decís en vuestro reportaje.
Dudo que el precio de la educación se duplique en dos años necesariamente.
Se trata de una estratificación en el sistema de enseñanza pública que, por desgracia, está dejando fuera a más de uno y dos alumnos.
Muy buen reportaje, muy interesante. Es increíble que nos hagan pagar cada vez más por unos estudios cuya mejora en calidad no se ve por ninguna parte y que cada vez menos gente se pueda permitir estudiar, cuando eso es algo que debería estar al alcance de todo el mundo, no solo de los que puedan pagar esas tasas tan altas.
Pese a ser un tema muy manido, la orientación del reportaje es realmente interesante al contar con testimonios de afectados en primera instancia.
De pagar unos 700€ en primero de carrera a pagar unos 1600€ en cuarto. Indignante. Las tasas suben y las becas bajan a más de la mitad. Pero del aumento de la calidad educativa y los mejores recursos universitarios ni rastro…
Es indignante. En tres cursos se han llegado a duplicar una matrícula universitaria. Y a esto hay que añadir que cada vez las becas son más reducidas.
Alucinante el tema de los recortes en educación. No se dan cuenta que es una inversión segura, la formación de calidad de hoy será la cantidad de profesionales de mañana.
Cuando entré en la facultad la tasa estaba a 750€ por curso matriculado, ahora está el doble, en 1500€ por curso. Yo creo que está todo dicho. Es un auténtico abuso y por si fuera poco no se ha mejorado la infraestructura ni las instalaciones, ni tampoco disponemos de más medios para que nuestra formación sea de mayor calidad.
Desde luego que no eran necesarias, y menos cuando la calidad de la enseñanza no es mejor dado que han subido las tasas, ni tampoco son mejores las infraestructuras de las que disponemos, en todo caso cada año peores.
Un reportaje super completo e interesante. Un hecho que nos está afectando a todos, que nosotros pagamos y que parece que solo a unos pocos importa
¿Sigue siendo necesario plantearse si este aumento está justificado?
La matrícula de un curso universitario es algo ya muy difícil a lo que hacer frente para muchas familias que sufren la peor cara de la crisis, pero creo que lo que es totalmente inadmisible es que esta subida se produjera tan solo de un año para otro.
El curso 2011/2012 costaba alrededor de 800 euros, mientras que en el mismo del 2012/2013 se había duplicado este precio llegando a superar los 1650 euros de matrícula.
Esta medida sería comprensible en un país en el que sube la calidad de vida y los salarios de sus ciudadanos, pero no en uno donde ha caído de lleno una crisis económica.
Entiendo que la educación pública es un bien que hay que mantener entre todos, pero no llego a comprender porque muchas facultades continúan sin tener fondos aún cuando las matriculas se han triplicado.
Desde mi punto de vista, el incremento de las tasas universitarias es demesurado. El primer año pagaba un tercio de lo que he pagado este año. Comprendo la situación económica y que la universidad es un servicio costoso para el Estado, pero aún así, triplicar la cuantía es exajerado.
Lo triste de que cada vez suban más las tasas universitarias es que cada año será más complicado que la universidad sea un servicio al alcance de todos los estudiantes, y si al menos la subida de las cuotas garantizase una mejora en la calidad de la formación o en los medios técnicos a disposición de los estudiantes, todavía podría ser comprensible, pero no ha servido para cambiar ni mejorar nada.
Yo estoy deseando ya acabar la carrera nada más por respirar un poco ante tanto robo. He tenido que aguantar cómo me han subido el precio de mi matrícula de 800 euros a 1250 euros y cómo ya no hay tantas facilidades de concesión de becas como, por ejemplo, las de movilidad (no tengo ninguna ayuda para el transporte y me gasto al mes un abono de transporte de casi 80 euros). Está claro que la universidad no son más que múltiples gastos y cero beneficios y la pregunta que me cuestiono es a dónde va a parar tanta recaudación que hacen a costa de los jóvenes estudiantes.
En este asunto se nos están ocultando demasiados datos y sin duda el gobierno esta intentando favorecer la educación pública.
Los precios se van a disparar aun más con el año extra de master; ahí si que vamos a acabar yendo muchísimos menos dentro de poco.
Lo que yo no llego a entender es porque antes se pagaba 1/3 de lo que se paga ahora y los profesores cobraban lo mismo y se generaba el dinero suficiente para mantener todas las instalaciones. Ahora pagamos el triple y recibimos lo mismo.
En primer lugar, creo que nunca se generó el «dinero suficiente para mantener las instalaciones», la universidad siempre pierde dinero. Y en segundo lugar, la respuesta a esa inevitable pregunta está en que alguien se lo ha llevado, y desde luego no han sido los estudiantes. Si por lo menos ese dinero se estuviese gestionando para mejorar las posibilidades de la universidad… Por ejemplo, en inversión en instalaciones. O que de los 365 días del año, los de verano, que siempre están inutilizados, se empezaran a usar para reunir algo de dinero gracias a esa propiedad sin usar, por ejemplo, alquilando sus edificios para otras prácticas como conferencia, festivales, méetings…