
Partituras musicales en escuela de música
Redondas, corcheas, blancas, semicorcheas…y silencio. Un silencio estrepitoso que llega a ser en más de un caso ensordecedor. Si la música culta en España goza actualmente de buena salud, no es este el caso en lo que respecta a la educación musical. En los últimos años, y a través de sucesivas legislaciones y gobiernos, la asignatura de Música ha ido perdiendo peso en colegios e institutos. Si la LOGSE aseguró su continuidad y obligatoriedad, la LOE implicó la pérdida de la continuidad y la recién aprobada LOMCE ha puesto fin a la obligatoriedad de la misma. En la práctica, esto significa que un alumno puede pasar por Primaria y Secundaria sin haber recibido nunca la asignatura. “La música ha quedado relegado al ámbito familiar”, asegura Diana Tejero, profesora de música en Primaria.
Se trata de una Ley que «deja a la elección de cada Administración Educativa (Comunidades Autónomas) y de los centros la oferta de la asignatura de Música en los distintos niveles y es evidente que esto no es bueno. Es un sistema educativo que descuida y relega absolutamente a la música lo que no ocurre en ningún país de Europa» explica la Coordinadora del Grado de Musicología de la Universidad Complutense de Madrid, Belén Pérez Castillo.
La nueva ley de educación también supone la eliminación del Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza. “Al final la música será para los ricos” dicen los alumnos de la escuela privada de música de Mejorada del Campo. Y para luchar contra ello la Confederación de Asociaciones de Educación Musical (COAEM) , ha elaborado un manifiesto conjunto de las enseñanzas musicales y de los profesionales de la música contra la polémica reforma de ley en un conglomerado de acciones emprendidas desde este colectivo como manifestaciones, reuniones con los órganos competentes o conferencias. Una actitud de protesta a la que se han sumado numerosas personalidad de diversos ámbitos en defensa de una educación que consideran necesaria.
“Estamos cansados de justificar constantemente nuestro estatus como profesores, de explicar el porqué de la materia”, afirma Blanca Domínguez, su representante. Según el manifiesto, otros países europeos con mejores resultados en el informe PISA dedican mayor número de horas a la enseñanza musical. Además, somos casi el único país de la OCDE en el que la música no es obligatoria; Suiza incluso ha recogido este derecho en su Constitución.

Guitarra en aula de música
Para COAEM, la división entre asignaturas troncales y específicas es artificial, pues la música contribuye al aprendizaje del resto de materias. Las investigaciones de Stefan Koelsch de la Universidad Libre de Berlín muestran que la música puede cambiar profundamente el cerebro; las de Carmen Reyes de la Universitat de Valencia fundamentan la importancia de la música en la lucha contra el fracaso escolar.
Pero la educación musical ha de lidiar con otros problemas, y el de mayor importancia en los tiempos que corren son los recortes emprendidos desde el inicio de la crisis. La retirada de subvenciones ha provocado que las tasas se dupliquen en los Conservatorios Oficiales. En cuanto a la red de Escuelas de Música Municipales, creadas hace dos décadas, Madrid lidera los recortes en sus trece centros. Hasta ahora, subvencionaba dos tercios de la cuota y la matrícula anual, ahora se ha retirado completamente la ayuda, con el resultado de que las matrículas han descendido un 40 por ciento. “Se está viviendo un drama, una caída cultural, una deslocalización de la cultura respecto a la educación”, afirmaba en el diario El País Enrique Subiela, músico y agente de artistas como la mezzosoprano Cecilia Bartoli.

Joven en clases de canto
Rafael Fernández, de la Escuela de Música Creativa, gestionada por la empresa que tiene la concesión de las escuelas de Madrid, apunta que “se había puesto mucha ilusión en un proyecto necesitado de continuidad y con el que ahora no se sabe qué va a ocurrir”.
En la Generalitat de Catalunya los recortes fueron del 62 por ciento y en la ciudad de Sabadell las tasas subieron hasta un 300 por ciento.
Las escuelas habían nacido con el propósito de fomentar la cohesión social, ayudar al desarrollo musical y propiciar la cultura musical. En ellas se formaban tanto amateurs como profesionales, a los que permitía dar el salto a centros de mayor nivel. Su labor de formación musical es también relevante puesto que fomenta que se creen públicos que asistan a las salas de música, ya que el consumidor de música clásica está envejeciendo. Fabián Panisello, Director Académico de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, una de las instituciones más prestigiosas del país, rechaza sin embargo la idea de que los jóvenes no se sientan atraídos por la música culta: “La oferta musical es muy amplia, y la gente joven tiene poco tiempo y debe elegir y se siente más identificada con temas de contenido social, emocional o político”.
Las dificultades hacen que en España solo un 0,48 por ciento de la población estudie música, con independencia de que lo haga en escuelas (280 repartidas por todo el territorio nacional), o en Conservatorios para una enseñanza más profesional. En Suiza, el porcentaje es de un 4,03. Según Rafael Fernández, “el sistema fomenta un proceso de selección natural salvaje que hace que sólo consigan llegar los mejores y más creativos”.
Natalia Barceló, antigua estudiante de guitarra en la escuela musical Amadeus de Coslada reflexiona en el mismo sentido: “es difícil si quieres dedicarte a nivel más profesional porque el paso de las escuelas municipales a los conservatorios y de ahí en adelante es una carrera de obstáculos y al final casi nadie llega”.

Partituras musicales en una escuela de música
Aunque no todas las visiones van en el mismo sentido.
A los conservatorios se les reprocha su falta de flexibilidad, que no potencien excesivamente la creatividad del alumno. En ese sentido, Gustavo Carriches, profesor en el Conservatorio Juan Vázquez de Badajoz argumenta que “en la educación artística hay mucho factor dependiente del talento. Hay alumnos a los que no puedo darles flexibilidad porque no podrán desarrollarla”.
Pero a pesar de las carencias del sistema educativo musical en España, los entrevistados coinciden en que no es necesario marcharse fuera para estudiar música a un alto nivel. Existen centros de élite como la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Su Director Académico explica que “la Escuela apuntó esa necesidad; algunos conservatorios españoles entendieron ese signo y comenzaron a mirar internacionalmente el mercado. También es cierto que con la apertura de la Comunidad Europea, lo estudiantes se han ido a estudiar a otros países, lo cual es enriquecedor, porque cuando vuelven traen una formación de categoría.”
Una realidad que asusta, pero al fin y al cabo una realidad. Los niños (más que nadie, porque también adultos) necesitan desarrollarse a través de la música. Por ello debería ser cursada por todos y cada uno de nosotros, además dándole el tratamiento, el tiempo y la pasión que merece.
El concepto erróneo de «asignatura maría» que tanto tiempo ha arrastrado la música en España, ahora se ve rebajado al nivel de completamente innecesario, como si se tratase de un capricho.
Otro gran error intencionado por parte de «nuestro» gobierno, para convertirnos en borregos incapaces de pensar por nosotros mismos.
¡Enhorabuena por el reportaje!
Nos enseñan a leer, a sumar, a dibujar e incluso a saltar… pero están dejando de lado algo tan importante como el arte que se esconde tras la música. Ya no hablamos de forjar a grandes músicos (que también), sino de apartar de la formación algo tan importante como la cultura musical, la cual considero que es una parte fundamental de la humanidad, pues recordemos que el hombre ha hecho música desde el principio de los tiempos. Y es que la música es expresión, comunicación.
Considero fundamental el conocimiento de la música, como el de cualquier arte por parte de cualquier persona. Me muestro muy de acuerdo en que se nos enseñe música porque tenemos el derecho a conocerla, pues está bastante presente en la sociedad. Sin embargo, y quizás mi opinión sobre la música esté influida por la experiencia que he vivido al estudiarla, el programa de enseñanza en la educación pública
(y quizás privada) de esta disciplina tiene ciertos fallos. He de confesar que los contenidos desde el colegio hasta tercero de la ESO eran los mismos, y la mayoría se centraban en el aprendizaje de lectura y escritura musical, y, si acaso de vez en cuando algo de historia de la música. Mi pregunta al acabar el penúltimo año de ESO fue ¿Existe música válida más allá de las fronteras de lo clásico? Y me he dado cuenta de que sí, y de que existe mucha música que, por lo general se omite en los manuales de clase. Está bien tomar a los clásicos como referencia, pero deberíamos poner cuidado en no idealizarlos tanto que anulen todo el repertorio restante que pudiera existir, y que existe.
Con respecto al reportaje, he de decir que me parece inconcebible que no se enseñe, ni al menos uno o dos años, como una
materia obligatoria con la nueva ley educativa que se pondrá pronto en
funcionamiento, que también se lleva por delante el Bachillerato de Artes…
Animaría a los lectores a que reflexionasen, a partir de este reportaje, la idea de una posible reestructuración, sino modificación de los contenidos de la asignatura de música, la cual, a mi juicio, está bastante centrada en lo clásico, y descentrada en el resto. Y, por supuesto, animar a que luchen en la medida de lo posible por no perder una asignatura tan importante de nuestro sistema educativo obligatorio.
Eliminan las asignaturas que estimulan la creatividad y la reflexión. Un gran error que no es fruto de la casualidad. Todo está bien pensado por los que mandan.
La música es una parte esencial en nuestra vida cotidiana, y es fundamental para los niños en su desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz. Numerosos estudios afirman que «La música tiene el don de acercar a las personas. El niño que vive en contacto con la música aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. A esta edad la música les encanta. Les da seguridad emocional, confianza, porque se sienten comprendidos al compartir canciones, e inmersos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo.»
Un desacierto prescindir de ella, ¿qué será lo nuevo con lo que nos sorprenda este gobierno retrógrado?
una pena que no se incentive el arte en la educación en España
No sólo la música, sino la educación artística en todas sus facetas contribuye al desarrollo integral de los niños. La educación artística
contribuye a mejorar la capacidad de atención, la concentración y la memoria. Además, el ritmo, presente sólo en esta asignatura, es la base para una lectura correcta. La educación artística, contribuye al desarrollo integral de los niños, y por eso es tan importante en la educación básica.
En mi opinión, el problema de la educación en España no es el número de horas que se dedique a las materias troncales, si no el inmovilismo en la educación, por ello el cambio de la ley no será efectivo si en las aulas no existe una modernización de la metodología.
Es triste a este tipo de asignaturas no se le dedique el tiempo necesario y no se haga de forma adecuada. Considero que es un error su eliminación, solo creará una sociedad con menor conocimiento artístico, creativo y cultural. Yo tuve suerte de recibir clases de música bastante buenas y mejor aún si tenemos en cuenta los pocos recursos, pero estoy muy agradecida de haber aprendido no solo algo de composición musical, sino también de su historia.
Muy buen artículo y sobre un tema que nos debería interesar a todos.
La música es una de las pocas asignaturas que entretiene a los alumnos y les hace ir con gusto a clase. Además de ser parte de la cultura y lograr que muchos jóvenes encuentren su vocación. Debería mantenerse la asignatura, aunque fuese como optativa. No todo el estudio es leer libros y aprender textos de memoria.
Buen artículo, muy interesante y bien redactado.
La asignatura de música (al igual que la ya olvidada «dramatización» o «teatro») ha estado siempre a un lado. Recuerdo que todo el mundo en clase solía alegrarse cuando teníamos música porque era una asignatura «relax» y sin importancia. Ahora pienso en ello y me doy cuenta que en realidad era así porque no había ni el tiempo ni los materiales necesarios para que fuese de otra forma. Muy triste que vaya a dejar de ser obligatoria.
Lo verdaderamente grave es que se piense que la educación cultural es algo prescindible y que puede eliminarse sin mayores consecuencias. Yo he tenido la suerte de dar música en Primaria y Secundaria en centros públicos, pero he de reconocer que la asignatura no estaba bien planteada, porque en general no fomentaban el interés por la música, pero esto no justifica hacerla desaparecer. Tuve la oportunidad de ir a una escuela de música y quizá por ello creo que esta formación es imprescindible en cualquier niño.
Felicidades por el reportaje, muy completo.
¿Acaso el desarrollo de la creatividad en los niños no es importante? La música siempre ha sido tratada como una asignatura de segundas, y de por sí esto me parecía mal. Pero que quieran acabar con ella es lamentable. En cambio, la asignatura de religión sí que se ve respaldada y fomentada por leyes y ministros… Maravilloso.
El desarrollo musical es y será siempre el gran eslabón perdido de los sistemas educativos españoles. Personalmente, lo achaco a que en el modelo actual la escuela pública no incentiva para nada al alumnado a que creen música y que la disfruten. Como estudiante de conservatorio, tanto yo como muchos de mi condición han tenido que buscar el respaldo e impulso para seguir en el mundillo en nuestras familias. Es triste tratándose de algo tan necesario y clave en las vidas de tantísima gente.
En mi opinión, la educación musical es muy importante ya que
ayuda a desarrollar la creatividad de los niños. No solo pienso que no se debe quitar de los colegios, sino que se debería mejorar y potenciar más. En mi colegio, por ejemplo, el profesor de música era en alguna ocasión el que sobraba, y no el que más conocimiento tenía de la materia. También pienso que cada niño debería elegir un instrumento que le gustase y le interesase en lugar de obligar a todos a tocar la flauta, lo que hace que se vea como una tarea más que nadie recibe con gusto. En otros países la música se enseña de esta forma, y los colegios crean orquestas para tocar en los eventos escolares. Gracias a esto, muchos alumnos deciden dedicarse a la música de forma profesional, algo bastante escaso en España.
En el momento que me enteré de la noticia, no podía creérmelo. Cuando era pequeña siempre me gustaban las clases de música y de plástica, para mi era un momento para desconectar, ser creativa, disfrutar, dejarse llevar por la libertad de la imaginación.
El otro día hablaba de este tema con una conocida que estudia magisterio. Ambas decíamos que la educación no pasa por su mejor época.
Se buscan cambios para mejorar pero que en el fondo retrocedían y se creaban nuevas carencias. Parece que se quieren quitar estas asignaturas que buscan la imaginación, la creatividad, para dejar paso al razonamiento, al calculo, al estudio puro y duro. Pero no considero que deba ser así. No se debe quitar espacio ni tiempo al arte. Es muy triste que se pretenda quitar, y personas que deseen dedicarse a la música o a las bellas artes no dispongan de tantas facilidades.
(Buen reportaje, me gustaron mucho las entrevistas.