Ser funcionario interino no es moco de pavo. Significa que a los ojos del resto de la humanidad eres un sirviente indefinido con un puesto asegurado más, pero a los ojos de la ley y de la verdad, es sencillamente un puesto temporal. Un interino tiene un contrato de una cierta duración con una institución pública y no tiene por qué renovarse. Si lo pensamos bien puede que sea incluso peor trabajar como funcionario interino que con un contrato temporal en una empresa privada, porque en este último caso el encargado o jefe puede valorar tu esfuerzo. Sin embargo, en el caso del sector público, es el Estado el que decide cuál es el volumen de trabajo que existe en un organismo, fijando los presupuestos y ayudas.

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Rafael Carrasco Polaino, profesor de la UCM

Este es el caso de Rafael Carrasco Polaino, joven profesor interino del Departamento de Periodismo IV de la facultad de Ciencias de la Información. Él nos explica cómo una persona que ha dedicado importantes años de su vida en un puesto de trabajo, puede verse fuera en el momento menos esperado. El profesor Carrasco habla de que un interino debe intentar desarrollar una labor de investigación y/o docencia para intentar convertir esa plaza no permanente en una definitiva. Pero ¿y si no lo consigue o su plaza desaparece antes? los presupuestos no son pacientes con el trabajo.

La nueva ola de demanda de trabajo laboral por parte de las empresas es, en gran medida, de carácter temporal. Según los datos oficiales, casi uno de cada dos nuevos contratos es de duración determinada. Pues al igual que el sector privado, el público no va a ser una excepción, Según indica el profesor Carrasco, en estos tiempos de crisis económica la demanda de trabajo por parte del Estado es de carácter temporal, para así poder asegurarse que si las expectativas económicas empeoran, pueden reducir la plantilla. La situación es la que es, y, aunque haya elecciones al rectorado en el mes de mayo, la «canción» seguirá siendo la misma. O al menos opina así el profesor Carrasco. A continuación podéis ver la entrevista completa.

En lo que respecta a investigación, puede que estas condiciones de precariedad y temporalidad también condicionen la ya famosa «fuga de cerebros» que se ha acentuado con esta crisis económica. El País publicó hace más de un año que los recortes en investigación retrasarían al país más de 10 años en innovación con respecto al resto de Occidente. Y este mismo año es el diario.es el que publica que los recortes han lastrado más a las universidades a las que más critica el Gobierno por sus escasos resultados.

En lo que respecta al resto de sectores de funcionarios interinos de la facultad de Ciencias de la Información, limpieza, administración…, no hemos conseguido ninguna colaboración. La movilización en estos sectores se ha marchitado en los últimos meses. Puede que por miedo a perder el trabajo, porque tenga la seguridad de que nosotros no podemos ayudar, por conformidad o incluso por la mejora de su situación laboral. Podéis ver el blog donde los trabajadores de la UCM publicaban sus marchas y hazañas hasta el pasado año 2014, para que conozcáis un poco cómo era, al menos hasta ahora, la situación laboral de estas personas con las que convivimos diariamente en los centros universitarios.