Una de las principales preocupaciones actuales de estudiantes, profesorado, padres e instituciones son las expectativas con las que los jóvenes entran a las universidades. Y para éstas es importante saber si se cumplen, se van deteriorando, o simplemente que entran sin las expectativas muy altas.
Aquí mostramos como los alumnos de primer curso de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid nos hablan acerca de las ilusiones con las que este nuevo año están entrando en la universidad, al igual que alumnos de 4º curso nos aclaran si las expectativas con las entraron se han ido cumpliendo a lo largo de los años que han ido cursado.
Para contextualizar, hemos analizado los datos de alumnos matriculados en la Facultad de Ciencias de la Información durante el curso 2012-2013:

Fuente de información: Estadísticas Universitarias 2012-2013. UCM.
Y estos mismos alumnos que se matricularon en el curso 2012-2013 acabarían sus respectivas carreras en el curso 2016-2017, y las cifras de alumnos quedan así:

 

Fuente de información: Estadísticas Universitarias 2016-2017. UCM.

Estas cifras demuestran que en todas las carreras de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid hay más alumnos matriculados en el cuarto curso, en comparación con los años 2012-2013 los que se supone que son los años en los que dichos alumnos se matricularían para comenzar sus carreras.
Este desajuste se puede deber al traslado de alumnos de otras universidades, a los alumnos del programa Erasmus, o a los alumnos con asignaturas pendientes de dicho año.
Para completar esta información, estos son los datos de los alumnos que en el curso 2016-2017 no solo se matricularon en cuarto curso, sino que finalizaron sus estudios en dicho periodo:

Fuente de información: Estadísticas Universitarias 2016-2017. UCM.

Es importante comparar todos los alumnos que se matricularon al comenzar la carrera, y los pocos que la han finalizado a tiempo.

También entrevistaremos a dos profesores de esta misma facultad, dos versiones distintas de los alumnos: un profesor que imparte sus clases a los alumnos de primer curso, y otro que, por el contrario las imparte a alumnos de cuarto curso.

Hemos salido fuera de las aulas para preguntar por las expectativas universitarias a los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM, tanto de primero de grado que acaban de comenzar su andadura en el centro, como a los de cuarto que ya están pensando en la realización de prácticas profesionales o en el comienzo de estudios de pos-grado.

Contra todo pronóstico, las respuestas de los estudiantes no han sido demasiado variadas, y eso que entre ellos se llevan tres cursos de diferencia, con la variabilidad de experiencia que esto conlleva también.

Los resultados de la consulta a los diferentes alumnos, en su mayoría comparten la misma opinión, entraron a la universidad con altísimas expectativas sobre el grado que iban a estudiar: las asignaturas tendrían una gran carga práctica y les valdría para su futuro como profesionales. Pero a los que ya están terminando la carrera, esas expectativas se han ido diluyendo a lo largo de los cuatro cursos cuando a través de su experiencia han ido dándose cuenta de que según su opinión, algunas asignaturas son repetitivas y no las consideran apropiadas para la formación que creen necesaria para su futuro laboral, además de considerar bastante escasa la parte práctica para grados a priori tan prácticos, valga la redundancia, como son los que abarca la Facultad de Ciencias de la Información.

También, a causa de lo complicado que está el mercado laboral, los estudiantes están preocupados de que sus estudios realizados no les vayan a servir  para ejercer su carrera profesional, ya que muchos tienen miedo de que al finalizar el grado e incluso los estudios de pos-grado, no tengan salidas profesionales de lo que con tanto esfuerzo han conseguido graduarse.

Aunque como la mayoría aún son jóvenes veinteañeros, sí es cierto que todos ellos conservan la esperanza de que las circunstancias laborales cambien, y puedan ejercer de una forma u otra la profesión que han elegido.

Después de realizar las encuestas a los diversos alumnos tanto de primero como de cuarto, procedimos a entrevistar a Maria Olga Pérez Arroyo  y Maria Julia González Conde, de primer y cuarto curso respectivamente.

De esta forma pudimos ver el contraste de perspectivas en el que basamos nuestro reportaje. Por un lado, la profesora que impartía clases en  primero definía a sus alumnos, como alumnos de instituto algo inmaduros y poco conocedores de la vida universitaria y todo lo que conlleva. “Entran en la carrera con el concepto de que están en el colegio.”, afirma la profesora.

Además, nos cuenta que en primero y sobre todo en asignaturas que deberían ser muy prácticas, estas son insuficientes, y se imparten muy en minoría en comparación a  la gran cantidad de asignaturas teóricas que tiene la carrera. Por ello, cambiaría aspectos como centrarse más en el periodismo puro y duro.

 

Otro punto que resalta es la gran afluencia de alumnos en las aulas de primero, algo que imposibilita muchas veces el desarrollo normal de las clases y el pleno aprendizaje.

Así mismo, la opinión de Maria Julia González, profesora que imparte clases de Información en Televisión entre otras asignaturas de cuarto de periodismo, afirma que gran parte de los alumnos que acaban la carrera de periodismo, no salen del todo preparados ya que el grado no está bien enfocado por la poca práctica que se imparte en la universidad y en las propias clases, además de cómo ya se ha dicho la gran cantidad de alumnos por aula, algo que por mucho que el profesor se implique en su lección es totalmente imposible.

Otro punto a destacar es la motivación de los alumnos. Muchos alumnos al empezar la carrera entran ilusionados, con ganas de ir a la universidad y con un concepto muy distinto de lo que acaba siendo para ellos la carrera. No obstante, existe una gran diferencia entre los alumnos indefensos que entran a la universidad con los alumnos que terminan por ser conocedores del grado y sobre todo con muchas ganas de que pase lo más rápido posible ese último curso.