
Manifestantes con pancartas en la manifestación del 24 de octubre de 2013
La universidad se está convirtiendo en el epicentro de los levantamientos ciudadanos, creando un clima de revueltas en todos los ambientes educativos. Partiendo del precedente instaurado en los últimos años a través de huelgas como la del pasado mayo y la movilización del 14 de noviembre de 2013, la agitación va en aumento.
Estas protestas tienen su origen en las polémicas reformas educativas por las que ha destacado el Ministro José Ignacio Wert como son la LOMCE, que afecta principalmente a la enseñanza media y al acceso a la Universidad y la Estrategia Universitaria 2015 (EU 2015), que afecta a la forma de gobierno interno y a la financiación de las universidades públicas.
Una subida de tasas histórica, un 65% en los casos más graves, una disminución de las becas respecto al aumento de los solicitantes, el fin de la financiación de las becas Séneca y Erasmus y el empeño del ministro en legislar sin tener en cuenta a la comunidad educativa une a todos los miembros de ésta por primera vez en la historia bajo unas reivindicaciones comunes.
Virginia Linares, profesora de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM, analiza lo que supone el fenómeno.
La otra cara de la moneda es la visión de Javier Garrido, alumno de Comunicación Audiovisual de esta misma Facultad.
Nunca vi tantas «luchas» en las universidades.
Espero que las huelgas tienen un resultado positivo!
Es imprescindible que se luche por los derechos de los estudiantes siempre y cuando se haga de forma pacífica. Y es que, últimamente cada protesta y marcha pacífica termina viéndose eclipsada por cuatro individuos que deciden que la mejor forma de protestar es destrozar las calles, y así se pierde toda credibilidad. Además, tampoco hay que olvidar el derecho a no protestar, de aquellos que no quieran hacerlo.
Es el pan nuestro de cada día…en la universidad hay muchos focos de protesta pero muchas veces las protestas se convierten en violencia y altercados y eso no le gusta a nadie.
Llevo casi cuatro años estudiando en la facultad. He vivido numerosas protestas estudiantiles, así como unas cuantas huelgas. ¿Algo se estará haciendo mal, no? Es muy bonito lavarse las manos, pero erradicar el problema, por lo que veo, no se han puesto manos a la obra.
Criminalizar las protestas pacíficas es inaceptable. Se habla de politización de las organizaciones estudiantiles cuando simplemente se busca responder a los atropellos constantes a los que nos someten las autoridades estudiantiles subiendo las tasas universitarias cada año, y provocando poco a poco el escenario en que solamente los ricos puedan estudiar, porque puedan pagarse esa educación.
Quiero recordar que se han producido otras muchas huelgas estudiantiles, siendo otro el gobierno y otro el partido, con lo cual esa consigna de que solamente se hace contra el PP es falaz. La diferencia es que la Ley Wert es un atropello a la educación, y que ha llegado a límites nunca antes franqueados. De acuerdo con otro comentario, por supuesto que hay que hacer huelga. Quien tenga algo que defender tiene que defenderlo, muchas veces a cualquier precio
Claro que los sindicatos estudiantiles están politizados, casi todo lo que nos afecta en la vida está politizado (la educación también). Lo que se está haciendo desde hace unos años con la educación en España es de juzgado de guardia. Nos apartan, buscan que no sepamos el porqué de lo que pasa en el mundo y esto no puede ser. La Universidad entera se está dando cuenta y por eso las protestas son, cada vez, más asiduas y se están generalizando.
Ya está bien de gobernar al ciudadano sin tenerle en cuenta. Ya está bien de no escucharle. Ya está bien de atacar a la educación pública. Ya está bien de dejarnos pisotear Ya está bien de políticas abusivas mientras ellos se llenan los bolsillos. ¡Ya está bien!
Las medidas que se están tomando también están politizadas, como los sindicatos, y nos afectan a todos. No como las huelgas, que no tiene por qué afectar a todo el mundo. Triste que haya gente que no las apoye en momentos como éstos.
Cada vez que se convoca una de estas famosas huelgas, ciertos desaprensivos ensucian las paredes de la Facultad, las aceras, etc…con sus pintadas. Eso es puro vandalismo. También el ataque por parte de grupos de la izquierda radical en la Facultad de Derecho, así que huelga sí, pero con propuestas concretas, bajo un frente común y sin que se convierta en una manifestación de odio a una ideología determinada.
Siempre me surge la duda de si con otro gobierno se hubiesen producido las huelgas. Creo que los sindicatos de estudiantes están muy politizados y eso les hace perder credibilidad.
Defensor a ultranza de la huelga a consecuencia de todo lo que estamos sufriendo los alumnos universitarios en los últimos años.
Yo también estoy de acuerdo con las huelgas y manifestaciones en este tipo de situaciones. Pero como siempre, hay gente que hace que lo que se persigue pase a un segundo plano cuando utiliza la violencia o cuando no respeta a los que no quieren hacer huelga.
Comparto la opinión de muchos comentarios anteriores: es necesario hacer que nos oigan, sin llegar al radicalismo. No por hablar más alto se oye más claro. Creo que ese es el principal problema. Se da una división entre el alumnado: los que se unen o los que no se unen. Y ni siquiera es por tener diferentes ideas, sino porque a veces da la sensación de que incluso una protesta es obligatoria «o te unes, o te unes.» No creo que la imposición sea la vía adecuada. Al fin y al cabo, no nos preguntan si queremos hacer una huelga; simplemente la convocan y tú ese día no vas (o no te dejan) ir a clase.
No conocía el vídeo. Muy acertado tanto el contenido como la forma de la «protesta».
A diferencia de algunos compañeros, creo que sí es necesario que nos oigan, y muchas veces formas que algunos tachan de radicales, son una estrategia más para que puedan ver el descontento general.
Un compañero ha comentado lo de la huelga a la japonesa. Estaría de acuerdo sino fuera porque aunque todos nos centremos en estudiar, no hay que olvidar que muchos ya no van a poder hacerlo por la subida de tasas. Además creo que no todas las carreras son iguales, algunas conllevan más tiempo que otras, y esto no debería causar ningún impedimento para que un estudiante se tenga que privar de obtener una beca.
Al igual que el resto de comentarios, opino que si, que es necesario hacerse oír y protestar, pero que eso no conlleva que nos comportamos como auténticos energúmenos. ¿De qué sirve romper cristales de una Facultad para quejarse del sistema educativo llevado a cabo? No se trata de «hacer más ruido» para que verdaderamente seamos escuchados. Sepamos sacar partido a las herramientas que tenemos a nuestra disposición para hacernos ver y oír.
El señor Wert se niega a escuchar, tan obcecado como está en sus reformas, y no quiere darse cuenta de que esta situación no está beneficiando a nadie. Por eso, me parece lógico que el sector educativo proteste, pero estoy de acuerdo en que para protestar no hace falta destrozar nada.
Lo cierto, es que en tiempos como estos, es necesario hacernos notar. Pero también resulta un poco frustrante no poder dedicar el tiempo que debemos a cada clase. Siempre hay una huelga entre manos, y eso también juega perjuicio de quienes optamos por seguir estudiando y manteniendo un cierto control
Yo también estoy de acuerdo en que hay que hacer huelga, pero yo prefiero hacer huelga a la japonesa. Partiendo de la base que una huelga estudiantil tradicional no paraliza el tejido productivo, no tiene demasiado sentido. No así las movilizaciones y manifestaciones, que sí son necesarias porque nos permiten hacernos oír. Como digo, en esa línea tiene más sentido lo de la huelga a la japonesa: nos untamos bien los codos con aceite de coco, nos ponemos a estudiar a lo bestia y salimos todos de la carrera a la vez. Así copamos el stock del mercado de fuerza de trabajo -más de lo que ya está-, reventamos el tejido productivo y podemos hacer oír nuestras reclamaciones. Lo veo muy claro.
Sin duda alguna es el reportaje que más me ha llamado la atención. Hablar de nosotros mismos. Hablar de nuestra situación, de nuestra propia piel. La educación es un derecho que no debería estar condicionado por un cheque al portador.
Vergonzoso que mentes brillantes se pierdan por el camino por unos dígitos en un papel y en un algo abstracto que es una cuenta bancaria.
Coincido con la linea argumental del reportaje y considero que la mayoría de protestas acontecidas en los últimos tiempos están totalmente justificadas pero me gustaría resaltar que los actos bandálicos que sufre la facultad en días de huelga son totalmente reprobables e injustificados. No favorece en absoluto a la imagen de la universidad y al ambiente que se respira hechos como pintadas en las paredes, pedradas en los cristales o destrozos en el mobiliario.
Creo que las numerosas protestas y reivindicaciones que estamos viviendo últimamente están totalmente justificadas. La subida de tasas planteada por el Gobierno provoca que cada vez menos personas puedan permitirse costear sus estudios, favoreciendo que los únicos que puedan acceder a los mismos sean los más pudientes económicamente hablando.
Normal que la gente proteste. La gente de arriba está obligando a que a los estudios solo puedan optar la gente ‘rica’.
La actitud del Gobierno y en especial la del Ministro de Educación no es sostenible, no se puede gobernar de espaldas a lo que la ciudadanía quiere y demanda. Las huelgas son la forma de expresarlo; sin embargo, los resultados no se están obteniendo porque a pesar de los esfuerzos y las llamadas de atención las nuevas leyes siguen su curso. Las huelgas y reivindicaciones no deben parar porque si ahora lo hicieran estarían dando a entender al Gobierno que se les concede la libertad de gobernar a su antojo y sin que ello acarree ningún tipo de sanción. Hay que seguir luchando por una educación pública y hacerlo de forma cada vez más organizada y masiva.
Yo pienso que la mejor forma para solucionar el problema que acarrea la Educación es parando de forma indefinida las clases. El ejemplo más claro lo tenemos con lo de la Huelga de la basura. Al final los trabajadores consiguieron lo que quería,
La idea está ahí pero, ¿cuántos vinieron a clase a pesar de haberse convocado huelga general de estudiantes?
Cuando les toque pagar y no puedan, espabilarán, mientras tanto, seguirán viniendo a clase cuando hay huelga o simplemente faltarán a clase como si un día de fiesta se tratase.
Yo creo que faltar a clase de manera indefinida no serviría de nada porque los únicos perjudicados seríamos nosotros. Además estoy segura de que si se hiciera eso, muchos se quedarían en casa en vez de movilizarse.