En los dos últimos años las tasas de los créditos universitarios subieron un 68% en la Comunidad de Madrid. Como consecuencia, en ese tiempo, más de 20.000 alumnos tuvieron que abandonar su carrera en la capital. Además, las dificultades para acceder a una beca se han incrementado.
Debido a los recortes en Educación, cada alumno en el curso 2012-2013 pagó de media 540 euros más que el año anterior, la mayor subida en las tasas universitarias. Sin embargo, el precio varía en las diferentes regiones de España. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, tiene los precios públicos más altos del país triplicando a otras como las de Canarias. Estas diferencias entre comunidades autónomas se deben a la decisión que el Ministerio de Educación tomó en 2012 de que estas estableciesen los costes que quisieran en lugar de fijar una horquilla anual para todas.
Ante tal evolución en los precios, en una crisis como la actual, desde ‘generación 2.0’ hemos decidido preguntar a distintos alumnos en situaciones muy diferentes para ver cómo afrontan el pago de sus carreras.
En primer lugar, pensamos en todos aquellos que dependen de la ayuda de sus padres para poder estudiar en la universidad. Afortunadamente, para algunos esta vía de financiación sigue siendo posible aunque las familias se tengan que esforzar más para poder hacer frente a estos gastos. Este es el caso de Agustín, un estudiante de Periodismo que no recibe beca y que también, aunque en menor medida que muchos otros alumnos, se vio afectado por la subida de las tasas.
Isabel, estudiante de Administración y Dirección de Empresas, también depende de su familia para afrontar el gasto que supone estudiar una carrera en la actualidad. Los requisitos académicos exigidos no la han permitido seguir disfrutando de la beca del Ministerio. Además, también se ha visto afectada por la subida del crédito en segunda matrícula, que aumentó aproximadamente 56,1 euros. A diferencia de Agustín, esta alumna ha tenido que optar por no cursar todas las asignaturas.
Su situación, es solo una de muchas. Acceder a una beca, como se enunciaba anteriormente, no es tan fácil. Aunque existen diferentes organismos que las conceden, el principal es el Ministerio de Educación que concede las becas de carácter general para estudios universitarios. Para acceder a estas hay que cumplir, además de unos requisitos económicos, con algunas condiciones: estar matriculado de todos los créditos que establezca la convocatoria y una nota media o número de aprobados mínimo que dependen de la rama de enseñanza en la que se encuentre el grado de estudios.
Este último aspecto, despierta la disconformidad de muchos como Isabel ya que la nota media del expediente académico por carreras no se corresponde con el exigido por ramas. Por ejemplo, Medicina, para la que se requiere menor calificación a la hora de acceder a una beca, es la segunda en el ranking de carreras con mejores resultados con un 7,42 de media. Por otro lado, en Ciencias Sociales, con condiciones más duras a la hora de solicitar la ayuda, se encuentran entre otras Administración y Dirección de Empresas y Economía, que se sitúan en los últimos puestos de la lista con un 6,7 y 6,69 respectivamente.
Lina, estudiante de Bellas Artes, está de acuerdo con estas exigencias. A pesar de ello, depende de la beca para poder realizar los estudios.
Otras, como las que oferta la Comunidad de Madrid tienen un nivel de exigencia mucho más duro, reduciendo el número de beneficiados a mínimos. Las universidades también otorgan ayudas extraordinarias a los que no disfrutan ya de beca y necesitan ese dinero para continuar estudiando.
La posibilidad de combinar estudio y trabajo, en el caso de no disfrutar de una beca o ayuda familiar, se complica con el Plan Bolonia, que obliga la asistencia a clase y la realización de prácticas. Ante tal dificultad, se abre la posibilidad de solicitar un crédito universitario. Sin embargo, a diferencia de otros países, en los que esto resulta una práctica habitual, en España es algo muy reciente que muchos, incluso, desconocen todavía.
Aunque en 2014 se congelaron las tasas universitarias, sigue habiendo alumnos que tienen dificultades para permitirse el pago de la matrícula. Por lo que las medidas impuestas por el Ministerio de Educación han generado numerosas protestas y huelgas que continúan no solo por el “tasazo universitario” sino por el anuncio de la propuesta de Ley 3+2.
Coincido con la amplia mayoría de las opiniones. Hay muchos campos en los que recortar que no son tan vitales para el futuro de un país como la educación universitaria. Los elevados costes de las matrículas impiden a muchos jóvenes demostrar y desarrollar sus capacidades.
Con la subida de tasas cada vez es más complicado pagar una carrera universitaria, en algunos casos las becas son fundamentales.
Sin duda, si no fuera por la beca muchas personas ahora no podrían estudiar. Encima cada año tratan de elevar más los precios y ponerle las cosas más difícil a la gente para que estudie, mientras que lo que deberían hacer es todo lo contrario.
Me sumo a la opinión generalizada y expuesta en los comentarios. El elevado precio de las tasas provoca que el interés y el ímpetu de muchos estudiantes queden relegados a un segundo plano. Anteponemos, pues, el peso económico a las capacidades intelectuales de muchos jóvenes. Triste realidad.
Lo que está ocurriendo con la educación en este país, en general, y con el aumento de las tasas universitarias y con la reducción del presupuesto en becas, en particular, ha provocado la expulsión de las aulas de muchos universitarios. Este país no se puede permitir que sus generaciones más preparadas tengan que marcharse fuera a trabajar. Pero lo que es peor, no se puede perder a aquellas personas con gran capacidad intelectual por un tema económico. El hecho de nacer en una familia de escasos recursos económicos no debe ser obstáculo para acceder a la educación y a la universidad. España no puede perder a un gran genio o un futuro premio Nóbel, su materia gris, por un problema de desigualdad o de recortes económicos.
Estamos en las mismas que con el 3+2: otro Gobierno vendrá que el sistema de becas cambiará. Esperemos que la próxima modificación sea a mejor aunque ya no nos afecte.
Una realidad que nosotros como alumnos vemos cada vez más a menudo en las aulas. Una pena que miles de alumnos tengan que dejar los estudios por no hacer frente a los pagos, cada vez más elevados, de la carrera.
Estudiar se está convirtiendo en algo de privilegiados…
Creo que el reportaje plasma con bastante realismo la situación actual de los estudiantes. Cada vez somos más los alumnos que compaginamos la carrera con el trabajo, algo que no siempre es fácil.
Coincido con Cristina en que la tasas universitarias están, actualmente, impidiendo a muchas familias costear sus estudios. Es un buen reportaje que muestra la realidad de muchos estudiantes hoy en día. Por desgracia…..
Las altas tasas universitarias impiden a muchas familias costear los estudios de sus hijos. Por eso, muchos universitarios se ven obligados a trabajar siendo a veces casi imposible compaginarlo con sus estudios, pero para poder realizarlos no tienen otra opción dada la situación en la que se encuentra el sistema de becas del Gobierno.