Alfonso Fernández Ortega, más conocido como “Alfon”, es un joven madrileño que la mañana del 14 de Noviembre de 2012 acudía a la huelga general convocada en toda España, como respuesta a la crisis económica que ha provocado una serie de brutales recortes para la reducción del déficit público. Desempleo, destrucción de la sanidad y educación públicas, represión de los movimientos sociales, pérdida de derechos como trabajadores y como ciudadanos…. Quizás a alguien le parezcan pocos motivos para salir a la calle a reclamar lo suyo, no así a los 9.185.383 trabajadores que acudieron a la citada huelga (cifra ofrecida por los sindicatos UGT y CC.OO.). Alfon no fue uno de ellos, la policía se lo impidió.
Alfonso salió de su casa, situada en el barrio madrileño de Vallecas, sobre las 8 de la mañana y acompañado de su novia, con la intención de reunirse con su madre y su tío para acudir a un piquete informativo. Sin embargo, a unos 100 metros de su casa la policía detuvo a la pareja. Fue interrogado en la comisaría de Moratalaz por policías con el rostro cubierto, que le amenazaron con acusarle de tenencia de explosivos si no identificaba a miembros de Bukaneros (cuya sede fue registrada horas después, así como su propia casa). Tras esto pasó a prisión preventiva, cumpliendo estancia en la cárcel de Soto del Real, mientras ella fue puesta en libertad con cargos.
¿El motivo de su detención? A Alfonso se le acusa de portar un artefacto casero hecho a base de petardos, dos botellas de gasolina, dos botes de gas y metralla. Todo este material lo llevaba, según la policía, en una bolsa de plástico que le incautaron cuando se dirigía al piquete organizado en el barrio. Él lo niega completamente: “Estoy tranquilo porque no he hecho nada, sé que soy una cabeza de turco, que el objetivo de la policía era otro y que me han utilizado a mí para ello”. Estas son las palabras que el propio Alfon le dijo a su madre Elena Ortega en una de las pocas visitas que le han permitido hacer en la cárcel. Su madre lo tiene claro: «Es obvio que Alfon es un preso político, un cabeza de turco».

Pancarta de apoyo de Bukaneros a Alfonso
El juez decretó su entrada preventiva en la prisión de Soto del Real alegando «alarma social», un concepto que no existe en la Ley de Enjuiciamiento Criminal: «Cuando reclamé, lo cambiaron a ‘riesgo de fuga’, es decir, que creen que un chaval que tiene trabajo, novia y que está muy vinculado con su familia en los movimientos asociativos del barrio, va a largarse», critica su abogado Erlantz Ibarrondo. Una vez en prisión se le aplicó el Régimen F.I.E.S. (Ficheros Internos de Especial Seguimiento), que conlleva aislamiento (se conoce como “la cárcel dentro de la cárcel”), restringe sus comunicaciones (solo puede recibir alguna visita de su familia) y controla su correspondencia. Se aplica a los presos que el sistema penitenciario considera “peligrosos”, generalmente personas que pertenecen a bandas armadas o grandes narcotraficantes. El propio Tribunal Superior de Justicia lo consideró ilegal en el año 2009, por vulnerar los derechos de los presos y excederse en las competencias de los reglamentos. Pese a ello, se sigue utilizando en las cárceles del Estado español.
El abogado exigió al juez de Instrucción número 21 de plaza de Castilla que fuera puesto en libertad por la falta de pruebas consistentes y la ausencia de huellas en la bolsa que contenía los explosivos. Alfonso fue puesto en libertad dos meses después, a la espera de juicio.
Ibarrondo desliza, además, que la detención de su cliente no era una acción aislada, sino que formaba parte de una operación mayor contra el grupo rayista Bukaneros y colectivos de izquierda. Según su madre, Elena Ortega, y los propios Bukaneros, todo forma parte de una operación del Ministerio del Interior y la Delegación del Gobierno de Madrid para sofocar las protestas sociales, para hacer ver a los ciudadanos que si alzan la voz contra este sistema pueden acabar como Alfonso.
El juicio estaba previsto para el 22 de septiembre, pero tuvo que aplazarse ante la incomparecencia de los testigos policiales, que se encontraban de vacaciones. Así, se celebró finalmente el 25 de noviembre.
El pasado jueves 8 de enero la Audiencia Provincial de Madrid dictó sentencia, condenándole a cuatro años de cárcel. La defensa de Alfonso ha recurrido la sentencia impuesta a su cliente al Tribunal Supremo, por lo que el caso todavía seguirá dando mucho que hablar. «Nosotros salimos contentos del juicio porque todas las irregularidades habían quedado claras», señala Erlantz. Sin embargo reconoce que la confianza en el recurso presentado es «limitada», ya que Alfonso ha sido condenado sin ninguna prueba demostrable, simplemente con el testimonio de varios policías.
Hemos querido entrevistar al abogado del caso Erlantz Ibarrondo, que nos expone con datos objetivos todas las irregularidades a las que se ha tenido que enfrentar en este proceso.
Durante los dos últimos años se han hecho habituales las pintadas de apoyo a Alfon en las calles de Madrid.

Manifestación en apoyo a Alfon
Desde el día de su detención se han vivido protestas, manifestaciones y charlas por todo el país, así como en muchas ciudades de otras partes del mundo. Para más información, podéis visitar la web de la plataforma de apoyo a Alfon.
Tal ha sido la repercusión del fallo judicial que Izquierda Unida ha llevado el caso a la Unión Europea, a través de una carta dirigida a la comisaria de Justicia, solicitando una reunión para tratar el ataque a los derechos fundamentales en España.
Hemos tenido la posibilidad de entrevistar en su casa al protagonista y a su madre, Elena Ortega, que nos dan su punto de vista.
Así mismo, la Policía y el Ministerio del Interior se han negado a dar su versión de los hechos, rechazando nuestra petición a través de sus gabinetes de prensa.
Interesante…
Lamentablemente, casos como el de Alfon se repiten en muchas de las huelgas generales convocadas. Hay que andarse con cuidado.
Casos como el de Alfon se vienen repitiendo en cada huelga general y cada manifestación que se lleva a cabo. Son meras cabezas de turco para meter el miedo en el cuerpo de los españoles. Carmen y Carlos, en Granada, pasaron por lo mismo. Un chaval que nunca podrá ser médico porque tiene antecedentes penales, que estaba acabando la carrera y se encuentra con que un día de huelga le costó el futuro. Una madre, qué más hay que decir,una madre en la cárcel porque simplemente un día de huelga fue identificada arbitrariamente a la salida de un piquete.Los detenidos del Parlament….un largo etcétera. Es una estrategia para que nos quedemos en nuestras casas y en nuestros negocios con la boca cerrada y el miedo.
Muy buen artículo. Bastante interesante.
buena entrevista!!
De película… Muy transparentes Policía y Ministerio del Interior..